La X Reunión Plenaria del Proceso de Quito culminó con un compromiso renovado de los países de América Latina y el Caribe para promover los derechos humanos, la regularización y la integración socioeconómica de las personas migrantes y refugiadas. Durante esta reunión, que se llevó a cabo en San José, Costa Rica, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) celebraron los resultados alcanzados bajo la presidencia pro tempore de Costa Rica.
El evento congregó a representantes de 14 países de la región, quienes adoptaron la Declaración Conjunta que reafirma el compromiso de los países firmantes con la protección de los derechos de los migrantes y refugiados, y la promoción de su integración plena en las sociedades que los acogen. Costa Rica, en su rol de presidencia por primera vez en la historia del Proceso de Quito, ha demostrado ser un líder en la coordinación de respuestas regionales frente a los flujos migratorios, en especial aquellos derivados de la crisis venezolana.
Un Modelo de Coordinación Regional
Eduardo Stein, Representante Especial Conjunto de ACNUR y OIM para los refugiados y migrantes de Venezuela, destacó el papel fundamental del Proceso de Quito como un modelo de coordinación regional, señalando que la verdadera fortaleza de los países de América Latina y el Caribe radica en la integración y el respeto por los derechos de todos. Stein señaló que, al abrir sus puertas a quienes buscan nuevas oportunidades, las naciones no solo enriquecen sus sociedades, sino que también abren un camino hacia el desarrollo sostenible y equitativo para todos.
La Declaración Conjunta refleja este compromiso con principios de inclusión, no discriminación y dignidad, asegurando que las personas migrantes y refugiadas puedan reconstruir sus vidas y aportar al bienestar de las comunidades que los acogen. Además, los países signatarios se comprometieron a fortalecer las instituciones nacionales encargadas de la determinación de la condición de refugiado y a continuar apoyando la implementación de procesos de regularización migratoria, lo que facilitará la integración plena de los migrantes en sus nuevos hogares.
Recomendaciones para una Integración Sostenible
En la Declaración se destacan varias áreas clave para avanzar en la integración de las personas refugiadas y migrantes. Entre ellas se incluyen el fortalecimiento de los sistemas de salud y educación, así como la creación de estrategias específicas para la integración socioeconómica de grupos vulnerables, como personas con discapacidad, población LGBTIQ+, mujeres, niñas y adolescentes, indígenas y afrodescendientes. Asimismo, se subraya la importancia de combatir la violencia de género, la trata de personas y la xenofobia, elementos que aún persisten en muchas regiones.
La reunión también hizo hincapié en la importancia de la reunificación familiar, especialmente para niños, niñas y adolescentes, como una herramienta clave para alcanzar soluciones duraderas. Los países firmantes acordaron priorizar este aspecto dentro de sus políticas migratorias.
Apoyo Internacional y el Futuro del Proceso de Quito
El gobierno de Ecuador asumirá la presidencia pro tempore del Proceso de Quito en 2025, y Costa Rica brindó su pleno apoyo para continuar con la labor de consolidación del foro. Además, Guatemala se unirá al proceso como nuevo miembro, lo que fortalece aún más el compromiso regional ante los desafíos de la migración y el refugio en América Latina y el Caribe.
OIM y ACNUR también pidieron a los países donantes y a las organizaciones internacionales que brindan apoyo técnico , financiero para implementar programas de regularización y atención a las comunidades de acogida. La creación de la Red Académica del Proceso de Quito (RAP), que desarrollará investigaciones científicas para abordar los desafíos identificados, también se destacó como un paso importante para la sostenibilidad y la integración a largo plazo.
El Proceso de Quito reafirma su importancia como espacio de cooperación técnica y un referente en la búsqueda de soluciones inclusivas y sostenibles frente a los retos de la movilidad humana en la región. Con la colaboración y el apoyo de todos los países involucrados, el proceso sigue avanzando hacia un modelo que promueve la equidad y la integración en un continente cada vez más interconectado.
El Proceso de Quito es una iniciativa regional lanzada en 2018 por Ecuador, con el apoyo de ACNUR y OIM, como un espacio de trabajo técnico para abordar los desafíos derivados de los flujos de migrantes y refugiados en América Latina y el Caribe. Actualmente, participan 14 países que trabajan en conjunto para coordinar respuestas efectivas y sostenibles ante las necesidades de las personas refugiadas y migrantes, particularmente aquellas provenientes de Venezuela.
Este proceso ha demostrado ser esencial para la creación de políticas y estrategias que buscan la protección de los derechos humanos, la integración social , la mejora de las condiciones de vida de los migrantes y refugiados en la región.