El pasado jueves 21 de noviembre, la Asociación de Trabajadores de Copsa (ATC) realizó un paro sorpresivo en Uruguay para exigir el cumplimiento de los pagos de salarios adeudados. La medida se tomó en respuesta al incumplimiento por parte de la empresa de un acuerdo firmado en octubre, en el que se comprometía a saldar las deudas antes del día 20.
Motivaciones del conflicto
Según Andrés Martínez, dirigente sindical de la ATC, la deuda asciende al 30% de los salarios reales y vacacionales. “Habíamos acordado que el 20 se completarían los pagos. El miércoles nos informó que sería imposible cumplir”, declaró Martínez.
Por su parte, Javier Cardozo, gerente general de Copsa, reconoció la existencia de una deuda pero discrepó con el porcentaje señalado por el sindicato. “El saldo adeudado existe, pero es bastante menos que un 30%”, afirmó, añadiendo que la empresa está en proceso de buscar soluciones y que solicitó una reunión con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) para el viernes 22.
Impacto en los servicios y en los usuarios
El paro afectó varias líneas del servicio suburbano y parte de la Línea Este, generando complicaciones para millas de usuarios. Algunos accionistas operan vehículos de forma limitada para mantener ciertos servicios activos.
El desenlace del paro
El jueves por la tarde, los trabajadores se reunieron con representantes de la empresa para dialogar. Si bien inicialmente la medida se ampliará hasta el viernes 22, en la reunión con el MTSS se lograron avances significativos. La empresa y el sindicato acordaron un nuevo cronograma de pagos que, según las partes, garantizará el cumplimiento de las deudas antes de fin de mes.
El sindicato destacó la importancia de este acuerdo pero advirtió que seguirán vigilantes al cumplimiento de los compromisos. “Esto es un paso adelante, pero no bajemos la guardia”, afirmó Martínez.
Lecciones del conflicto
El caso de Copsa refleja los desafíos que enfrentan empresas y trabajadores en el contexto económico actual de Uruguay, donde los acuerdos de pago deben ser cumplidos para evitar la afectación a los servicios esenciales y el impacto en la vida de los usuarios.
A pesar de las tensiones iniciales, este conflicto subraya la importancia del diálogo como herramienta clave para resolver problemas laborales. Mientras tanto, los pasajeros esperan que el servicio de transporte se estabilice sin nuevas interrupciones.
