El 20 de enero, el presidente Donald Trump firmó una serie de órdenes ejecutivas tras su investidura, y una de las medidas más controvertidas fue una orden que establece que Estados Unidos solo reconocerá dos sexos: masculino y femenino. La orden, que ha sido ampliamente criticada por activistas y defensores de los derechos de las personas transgénero, sostiene que estos sexos son «inalterables», basándose en una interpretación estricta de la biología.
Una Medida Anti-Trans y Sus Implicaciones
La orden ejecutiva prohibiría el reconocimiento legal de identidades de género fuera de «masculino» y «femenino». Además, instruye al gobierno de EE. UU. a que los empleados utilicen el término «sexo» en lugar de «género» en los documentos oficiales, como pasaportes y visas. Estos documentos deben reflejar el sexo biológico de una persona, categorizado exclusivamente como «masculino» o «femenino».
Durante su discurso de investidura, Trump reafirmó esta postura, afirmando que solo existen dos géneros, y que terminaría con lo que denominó como la «política gubernamental de intentar diseñar socialmente la raza y el género». Esta declaración resalta su visión de limitar las definiciones de género en la sociedad estadounidense, un tema que ha generado un fuerte rechazo en muchos sectores de la sociedad, especialmente entre las comunidades LGBTQ+.
La Reacción de la Comunidad
El anuncio provocó una oleada de protestas en Washington DC, donde miles de personas marcharon para defender los derechos al aborto y la atención médica transgénero. Kelley Robinson, presidenta de la Human Rights Campaign, expresó su preocupación en un comunicado, asegurando que la administración entrante estaba tratando de dividir a las comunidades y restar derechos fundamentales.
Robinson agregó: “Nos negamos a retroceder o a ser intimidados. No vamos a ir a ninguna parte y lucharemos contra estas disposiciones dañinas con todo lo que tenemos.”
Una orden ejecutiva es un tipo de legislación vinculante emitida por el presidente de EE. UU. para regular el gobierno federal. Estas órdenes no requieren la aprobación del Congreso, lo que permite al presidente actuar de manera unilateral. Durante su primer mandato, Trump emitió 220 órdenes ejecutivas, y Biden, tras asumir la presidencia, firmó 160, muchas de las cuales revirtieron las políticas de su predecesor.
En el caso de la orden sobre los sexos, Trump ha derogado decisiones previas de la administración Biden y ha implementado nuevas medidas que refuerzan su visión conservadora. Entre las acciones que ha tomado también se encuentra la eliminación de políticas de diversidad, equidad e inclusión, la retirada de EE. UU. de la Organización Mundial de la Salud y la terminación de la ciudadanía por nacimiento.
Perspectivas Futuras y Resistencia
Se espera que la orden ejecutiva de Trump sea solo una de muchas medidas de su gobierno destinadas a revertir avances en materia de derechos civiles. Además, se anticipa que el presidente reinstalará la prohibición de oficiales transgénero sirviendo en el ejército, una medida que fue revocada por Biden.
Ante estas medidas, los defensores de los derechos humanos y la comunidad transgénero han expresado su determinación de luchar contra lo que consideran un retroceso en los derechos fundamentales. El futuro de la legislación sobre género en EE. UU. está ahora en manos del nuevo gobierno, y las próximas decisiones podrían marcar un punto de inflexión importante en el país.
