El pasado 10 de enero, Nicolás Maduro fue juramentado por tercera ocasión como presidente de Venezuela para el período 2025-2031. Este acto, que marca una extensión en su permanencia al frente del poder desde 2013, generó reacciones inmediatas a nivel internacional, entre ellas, un fuerte pronunciamiento del gobierno de Costa Rica.
En un comunicado oficial emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Costa Rica calificó la toma de posesión de Maduro como ilegítima. Según el texto, el acto constituye un intento de «perpetuarse en el poder a base de la persecución, el uso indebido de los medios electorales y judiciales, y el terror de Estado contra su pueblo, especialmente contra los líderes de oposición».
El pronunciamiento costarricense también señaló que el evento organizado por el régimen venezolano es una «afrenta» al pueblo de ese país, destacando que millones de venezolanos votaron por un cambio democrático, respaldando a Edmundo González Urrutia, a quien consideran el legítimo ganador de las elecciones presidenciales.
Reacción Internacional
Costa Rica instó a la comunidad internacional a no validar lo que describió como un «fraude electoral», una reelección «ilegítima y antidemocrática». El gobierno costarricense hizo un llamado a los países democráticos a trabajar en conjunto para propiciar una salida democrática a la crisis política, económica y social que vive Venezuela.
En su mensaje, las autoridades costarricenses enfatizaron la necesidad de una solución liderada por el pueblo venezolano, que garantice el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Contexto y desafíos
Nicolás Maduro obtuvo nuevamente la presidencia en medio de una amplia controversia tanto dentro como fuera de Venezuela. A lo largo de sus mandatos anteriores, se han registrado denuncias de violaciones a los derechos humanos, crisis humanitaria y cuestionamientos sobre la transparencia de los procesos electorales.
Por otro lado, Edmundo González Urrutia, reconocido por varios países como el legítimo representante electo, ha mantenido su postura de buscar el apoyo internacional para consolidar un cambio democrático en Venezuela. Sin embargo, enfrenta serios obstáculos debido al control institucional que mantiene a Maduro.
Un llamado a la democracia
La situación en Venezuela sigue siendo un tema central en la política internacional, y Costa Rica, conocida por su tradición democrática y pacifista, se suma a las voces que abogan por una transición pacífica y democrática en el país sudamericano.
El diseño de esta nueva etapa en Venezuela dependerá no solo de las dinámicas internas, sino también del nivel de compromiso y acciones concretas que la comunidad internacional esté dispuesta a tomar en favor de los principios democráticos y los derechos humanos.