La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aprobó un ajuste técnico salarial para los médicos especialistas, un incremento que, según los sindicatos, no debe considerarse como un aumento, sino como una “justicia laboral”. El Sindicato Nacional de Médicos Especialistas (Siname) fue claro en su posición, calificando la medida como un primer paso hacia la equiparación salarial, pero enfatizando que la verdadera solución se encuentra en la aprobación del proyecto de ley que trasladaría a los especialistas al régimen de salario global definitivo.
El presidente de Siname, Mario Quesada, expresó que “a misma labor, misma remuneración”, refiriéndose a la necesidad de que los médicos especialistas reciban una remuneración acorde a su trabajo, sin distinciones. Según datos del sindicato, este ajuste beneficiará a cerca de 900 médicos que tenían su salario congelado, pero advirtió que esta medida es solo una parte de las propuestas discutidas en las mesas de trabajo, y que no resuelve de forma definitiva la desigualdad salarial dentro del sector.
El ajuste aprobado el jueves por la junta directiva de la CCSS implicará un incremento de hasta ¢350.000 en el salario base de los médicos especialistas, beneficiando a un total de 2.571 profesionales. De estos, aproximadamente 657 alcanzarán el salario global, lo que significará la equiparación de las condiciones laborales. Sin embargo, este cambio eliminará otros componentes adicionales, como las anualidades. A pesar de la mejora, el sindicato considera que este ajuste es insuficiente y no elimina la brecha salarial entre los médicos bajo el régimen de salario compuesto y los del salario global.
En cuanto al proyecto de ley 24.239, que busca trasladar a los médicos especialistas al régimen de salario global definitivo, Quesada lamentó la lentitud del proceso en la Asamblea Legislativa. El expediente está siendo discutido desde el 12 de febrero, pero su avance ha sido lento debido a las múltiples mociones presentadas y al debate prolongado entre los legisladores. Por parte del oficialismo, se han presentado varias mociones de fondo, de las cuales solo algunas han sido discutidas hasta el momento. Esto ha generado preocupación en los especialistas, quienes temen que el proyecto sea bloqueado o dilatado.
Además, Quesada expresó su preocupación por la espera de cuatro meses antes de que se considere una segunda fase del ajuste salarial, un plazo que deja a los médicos en una situación de incertidumbre y prolonga la falta de estabilidad laboral. La incertidumbre es aún mayor considerando que el financiamiento del ajuste salarial aún no está completamente definido. Aunque la CCSS ha planteado opciones como modificaciones presupuestarias extraordinarias, aún no se ha determinado cómo se cubrirá el costo anual de ¢22.000 millones, que podría llegar hasta los ¢43.000 millones si se completan todos los ajustes previstos.
La medida, que comenzará a regir el 1 de julio, afectará a los 700 especialistas que alcanzarán el salario global, quienes dejarán de recibir anualidades y otros beneficios adicionales. Estos cambios se alinean con las nuevas condiciones del régimen de empleo público implementado en marzo de 2023. A pesar de estas modificaciones, el sindicato insiste en que el ajuste aprobado no resuelve la problemática de fondo y continuará vigilante del avance legislativo del proyecto de ley para garantizar la estabilidad de los médicos especialistas en el país.
El ajuste salarial tiene como objetivo reducir la desigualdad dentro del sistema de salud, sin embargo, el sindicato y muchos especialistas consideran que aún queda mucho por hacer para garantizar una remuneración justa para todos los médicos especialistas, que siguen luchando por el reconocimiento de su esfuerzo y dedicación en el sistema de salud pública
