El Partido Nueva República (PNR) ha sido un escenario de constantes tensiones y cambios desde su fundación en 2018, reflejando las complejidades de la política costarricense contemporánea. A lo largo de los años, las desavenencias internas, renuncias de figuras clave y cuestionamientos legales han definido la trayectoria de esta agrupación, posicionada en el espectro de derecha conservadora.
Un inicio prometedor entre rupturas
La creación del PNR fue impulsada por Fabricio Alvarado Muñoz, quien renunció a Restauración Nacional tras diferencias con su liderazgo. En su momento, Alvarado emergió como una figura influyente al alcanzar la segunda ronda de las elecciones presidenciales de 2018, aunque posteriormente fue derrotado por Carlos Alvarado Quesada.
El PNR nació con la adhesión de ocho diputados de Restauración Nacional, quienes formaron un bloque independiente en la Asamblea Legislativa durante el período 2018-2022. No obstante, esta cohesión inicial pronto se fragmentó debido a divergencias programáticas y personales entre sus miembros.
Renuncias emblemáticas
Ivonne Acuña, diputada independiente y exintegrante de Nueva República, marcó un hito al anunciar su renuncia al partido en abril de 2020. En declaraciones realizadas en el programa Matices de Radio Monumental, Acuña explicó que su decisión fue motivada por diferencias programáticas en temas fundamentales como huelgas y regulación de la usura. Según Acuña, las visiones de Nueva República se alejaron de su perspectiva en materia económica y social.
«Seguiré en mi curul, siendo vehemente en mis posiciones y teniendo una visión país… quien no entienda que la visión país debe ir enfocada en temas económicos, de seguridad, educación y de reforma del Estado no está en nada», afirmó Acuña. , subrayando su compromiso con temas prioritarios para el desarrollo nacional.
Más salidas y controversias
En 2022, el partido sufrió otro golpe con la renuncia de Jonathan y Francisco Prendas. Francisco, expresidente del PNR, justificó su salida señalando diferencias con Fabricio Alvarado, quien asumió el control total del partido tras las elecciones de primera ronda. Los hermanos Prendas anunciaron su decisión de abandonar el partido “en paz” y con la intención de evitar divisiones internas.
Por otro lado, en 2023, el PNR se enfrentó a cuestionamientos legales relacionados con un pagaré de ¢300 millones firmado con Rafael Ángel Mora, propietario de Pedregal, en medio de la campaña electoral. Según el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), el pagaré carecía de validez jurídica en el contexto de una venta de bonos de deuda política, generando dudas sobre el manejo financiero de la agrupación.
El futuro incierto del PNR
A pesar de los esfuerzos por consolidarse como un actor relevante en la política costarricense, el Partido Nueva República continúa enfrentando desafíos significativos. Las salidas de figuras destacadas y las investigaciones legales han puesto en duda la estabilidad y transparencia del partido.
Mientras tanto, su fundador y líder, Fabricio Alvarado, mantiene su postura firme, rechazando las acusaciones y reiterando su compromiso con los valores conservadores que dieron origen a la agrupación.
El camino del PNR refleja no solo las divisiones internas de un partido joven, sino también la volatilidad y los retos de la política partidaria en Costa Rica. Su capacidad para superar estos obstáculos será determinante en su futuro político y en su relevancia en los próximos procesos electorales.