Un cuaderno de actividades titulado El niño Jesús no odia a los «mariquitas» , publicado por la editorial Fandogamia y firmado bajo el seudónimo Don Julio, ha generado una fuerte polémica en España. Este cómic satírico, destinado a adultos, ha provocado reacciones divididas por su tratamiento de temas religiosos, la diversidad sexual y la sátira gráfica. Entre las actividades que contiene, destaca una en la que un personaje ficticio, Manolito, expresa su temor a revelar a sus padres que es «homosexual», mientras que otras presentan imágenes consideradas ofensivas para algunos sectores religiosos.
La asociación ultracatólica Abogados Cristianos, conocida por su postura conservadora y su vínculo con Vox, ha iniciado acciones legales contra la editorial y el autor. Según sus representantes, el contenido del cuaderno “ofende gravemente los sentimientos religiosos y ataca símbolos esenciales del cristianismo”. Entre las escenas señaladas por esta organización figuran monjas en situaciones íntimas, representaciones sexuales de indígenas y soldados españoles durante la colonización, y una portada que muestra a Jesús crucificado sosteniendo banderas LGTB.
Actividades provocadoras
El cuaderno propone diversas actividades interactivas, como una sopa de letras donde se busca animales documentados científicamente en conductas «homosexuales», y una dinámica en la que los usuarios deben doblar una hoja para revelar parejas en situaciones íntimas, tanto heterosexuales como del mismo sexo. Otro apartado polémico aborda específicamente la sexualidad y diversidad desde un enfoque satírico, generando interpretaciones opuestas sobre su intención: ¿humor incisivo o ataque directo a creencias religiosas?
Reacciones polarizadas
Las críticas al cuaderno no se limitan al ámbito religioso. Algunos sectores lo han acusado de confundir al público al adoptar el formato de un cuaderno de actividades, habitualmente asociado a la infancia. Esto, afirman, podría inducir a errores en su consumo, lo que amplifica la controversia. Por otro lado, los defensores del libro sostienen que se trata de una obra destinada a adultos y que debe interpretarse en el marco del humor y la sátira.
El autor, Julio A. Serrano, ha defendido su obra argumentando que el propósito del cuaderno es generar debate y reflexionar sobre la aceptación de la diversidad sexual y la hipocresía en ciertos discursos. En redes sociales, la polémica ha dado lugar a un intenso intercambio de opiniones. Mientras algunos consideran que el cuaderno es un ejercicio legítimo de libertad de expresión, otros opinan que trasciende los límites del respeto hacia las creencias religiosas.
¿Dónde está el límite?
La publicación del cuaderno plantea preguntas complejas sobre los límites del humor y la sátira en contextos religiosos. ¿Dónde termina la libertad artística y comienza el respeto por las creencias ajenas? Este debate no es nuevo en España, un país que, pese a los avances en derechos LGTB, sigue enfrentándose a tensiones entre sectores conservadores y progresistas.
Por ahora, la querella interpuesta por Abogados Cristianos asegura que el caso llegará a los tribunales, mientras la controversia continúa avivando el interés por el cuaderno. Algunos expertos sugieren que la publicidad generada por el conflicto podría aumentar las ventas de la obra, consolidándola como un símbolo de resistencia para quienes defienden la libertad creativa.
El desenlace de este caso podría marcar un precedente sobre cómo se regula la sátira y la libertad de expresión en España.
