El pasado 4 de enero de 2025, en un emotivo acto de solidaridad y empoderamiento, un grupo de mujeres de la comunidad de Batán dio inicio a un programa de capacitación en costura, respaldado por el apoyo conjunto de la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Esta iniciativa no solo busca brindarles una habilidad técnica, sino que también representa una oportunidad para transformar sus vidas y construir un futuro más autónomo.
Herramientas para el Cambio
Gracias a la colaboración de la CUT y ACNUR, las participantes recibieron máquinas de coser, herramientas fundamentales para su aprendizaje y posterior desempeño en este oficio. Además, la Asociación No Hago Ni Mates desempeñó un papel crucial al donar una cantidad significativa de ropa, lo que permitió a las mujeres practicar y perfeccionar sus habilidades en un entorno práctico y realista.
Aprendizaje con Propósito
Este programa no solo busca enseñar técnicas de costura, sino que también tiene como objetivo principal abrir puertas laborales para las participantes. Muchas de las mujeres involucradas en el proyecto ven en este nuevo oficio una posibilidad concreta de generar ingresos y contribuir al sustento de sus familias.
Testimonios de Esperanza
Las participantes expresaron su gratitud y entusiasmo por la iniciativa. Una de ellas comentó:«Nunca pensé que aprender a coser podría ser el comienzo de algo tan grande para mí y mi familia. Ahora, siento que tengo una nueva oportunidad.»
Un Modelo de Solidaridad
La colaboración entre la CUT, ACNUR y la Asociación No Hago Ni Mates refleja un modelo de solidaridad que podría replicarse en otras comunidades vulnerables. Este tipo de esfuerzos conjuntos demuestra cómo la unión de diversas organizaciones puede generar un impacto significativo en la vida de las personas.
Futuro Prometedor
Este grupo de mujeres de Batán se prepara ahora para construir una red de apoyo mutuo y explorar nuevas oportunidades en el ámbito laboral. Con estas herramientas y su determinación, tienen en sus manos no solo la capacidad de transformar telas en prendas, sino también de tejer un futuro lleno de esperanza y autonomía.
Este programa es un claro ejemplo de cómo la unión de esfuerzos puede abrir caminos de progreso, ofreciendo a estas mujeres no solo un oficio, sino también una renovada esperanza para sus vidas y las de sus familias.