El cantón de Dota, en la Zona de los Santos, se vistió de luto el 21 de marzo de 2021 con la inesperada partida de su alcalde, Leonardo Chacón Porras, víctima de complicaciones derivadas del COVID-19. Conocido cariñosamente como «Oso», Chacón dejó una huella imborrable en su comunidad y en el régimen municipal costarricense.
Un liderazgo forjado en la comunidad
Nacido el 27 de agosto de 1970, Chacón inició su carrera política como regidor en la Municipalidad de Dota entre 1990 y 1994. En 2011 asumió la alcaldía, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento, siendo reelecto en dos ocasiones con amplio respaldo popular. En las elecciones municipales de 2020, obtuvo aproximadamente el 70% de los votos emitidos en Dota, reflejo de la confianza que la comunidad depositaba en su gestión .
Además de su rol como alcalde, Chacón presidió desde 2016 la Asociación Nacional de Alcaldías e Intendencias (ANAI), liderando reformas estructurales en materia de red vial cantonal y finanzas públicas .
Compromiso hasta el final
A pesar de padecer condiciones de riesgo, Chacón nunca dejó de trabajar por su cantón. Su hijo, Tomás Chacón, relató que su padre continuó con sus labores hasta que los síntomas del virus se agravaron, llevándolo a ser internado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia .
Dota fue uno de los últimos cantones en reportar casos de COVID-19 y se mantuvo libre del virus durante cinco meses, un logro atribuido en parte a las medidas implementadas bajo el liderazgo de Chacón .
Un legado que trasciende
La noticia de su fallecimiento generó conmoción a nivel nacional. Figuras políticas y municipales expresaron su pesar, destacando su carisma, dedicación y amor por su comunidad. El expresidente José María Figueres lo describió como «un hermano y el extraordinario Alcalde de Santa María de Dota» .
La Asociación Nacional de Alcaldías e Intendencias (ANAI) lamentó profundamente su partida, resaltando su don de gente y profesionalismo .
Leonardo Chacón Porras será recordado como un líder incansable, cuyo legado perdurará en la memoria de Dota y en la historia del municipalismo costarricense.
