Este miércoles Félix Maradiaga, presidente de la Fundación para la Libertad de Nicaragua, resumió los avances sobre Nicaragua en diferentes reuniones en la Asamblea General de las Naciones Unidas Nueva York.
Sobre esto compartió con Informativo JBS la grave situación migratoria que enfrentan los nicaragüenses en Estados Unidos y la dura realidad de persecución religiosa, la situación de presos políticos que siguen en las cárceles de Nicaragua, la situación crítica que enfrentan los pueblos indígenas y afrodescendientes en la costa caribe nicaragüense.
¨Muy buenas tardes. Quiero compartirles un breve resumen de lo que ha sido una semana intensa pero muy productiva durante la Asamblea General de las Naciones Unidas aquí en Nueva York. Hemos tenido la oportunidad de participar en varias reuniones y en conversaciones clave para seguir alzando la voz por quienes no pueden hacerlo desde Nicaragua.
En primer lugar, quiero agradecer, como lo hice en una ocasión anterior, a la delegación de Estados Unidos por su apoyo y disposición para escuchar nuestras preocupaciones y ayudarnos a abrir otras puertas. Tuvimos una conversación constructiva sobre la necesidad de crear protecciones especiales para las personas que, como muchos nicaragüenses, han sido forzadas al exilio. Hablamos sobre cómo, además de la persecución política, estas personas enfrentan otra forma de vulnerabilidad.
No tienen estatus migratorio, lo que agrava su situación ya de por sí crítica. Esperamos que estas conversaciones ayuden a encontrar soluciones para quienes están en un limbo migratorio. También hablamos de la situación de quienes están dentro de Nicaragua.
Tuve una reunión productiva con la subsecretaria de Estado, la doctora Daphna Rahn, donde hablamos a fondo sobre la represión transnacional que estamos viendo. Es decir, no sólo en Nicaragua, sino en muchos otros países del mundo de regímenes dictatoriales. En particular, expusimos cómo las dictaduras utilizan a nuestras familias como rehenes para tratar de silenciarnos y de mantenernos controlados.
Esto es una táctica vil que causa mucho dolor a las familias nicaragüenses y de otros países bajo regímenes autoritarios. Entre los muchos otros puntos que tratamos fue la oportunidad de conversar con otras delegaciones sobre la importancia de trabajar juntos. Además, fue una ocasión para desmentir una vez más las mentiras de la dictadura que sigue tratando de difundir en foros como esto.
Lo positivo es que nadie les cree. En la sesión de derechos humanos para delegados de sociedad civil expusimos la dura realidad de persecución religiosa, la situación de presos políticos que siguen en las cárceles de Nicaragua, la situación crítica que enfrentan los pueblos indígenas y afrodescendientes en la costa caribe nicaragüense, que sufren también represión. Finalmente, quiero destacar la reunión con el senador Ben Cardin, quien nos habló sobre su propuesta de ley para ofrecer protecciones especiales a los defensores de derechos humanos, a periodistas, a luchadores por la libertad.
Este proyecto de ley representa un paso adelante, no sólo para Nicaragua, sino para quienes en todo el mundo luchan por la democracia y los derechos humanos. Seguimos trabajando para que las voces de los nicaragüenses y de todos aquellos que luchan por la libertad sean escuchadas. Esto es sólo un comienzo, lo que esperamos sean más acciones contundentes por parte de la comunidad internacional y pensé valioso y necesario dar este reporte.¨ –Concluyó
