En Gaza, la limpieza étnica pasa -también- por la destrucción del sistema de salud

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El sionismo imperialista gobernante en Israel está garantizando la limpieza étnica en la palestina Franja de Gaza: las bestias invasoras han virtualmente colapsado el sistema de salud.

Más de cien ataques militares fueron específicamente dirigidos, en los seis meses transcurridos desde el inicio de la invasión -en octubre del año pasado-, hasta junio de este año, a la casi totalidad de los hospitales y una docena de otros centros de salud -total o parcialmente destruidos-.

A eso, se agrega el también criminal hecho de que, dentro de esas instalaciones, agredieron, con armas de pesado calibre, a altos números de víctimas, incluido personal médico, cobrando vidas y generando heridos.

Ello, sumado a acciones bélicas en los alrededores de esos lugares, con severa repercusión en la estructura de los edificios.

En un demoledor informe que, sobre esa dramática situación, dio a conocer el 31 de diciembre, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh), denunció la flagrante destrucción que, del sistema de salud de Gaza, están perpetrando las invasoras Fuerzas de Defensa de Israel (Israel Defense Forces, IDF).

Ante ese contexto, la agencia especializada de la organización mundial planteó, en el “Informe Temático: Ataques a hospitales durante la escalada de hostilidades en Gaza -7 de octubre de 2023-30 de junio de 2024-”, la necesidad de investigaciones independientes que determinen, con precisión, qué está ocurriendo en la franja.

Ese brutal aspecto de la agresión militar israelí -al igual que otros- implica la comisión de severas violaciones al Derecho Humanitario Internacional (DHI) y al Derecho Internacional de los Derechos Humanos (Didh) -las que incluyen crímenes de guerra, y de lesa humanidad-, denunció, en el texto de cincuenta extensos párrafos distribuidos en cuatro secciones que ocupan 23 páginas.

El DHI, consiste en un conjunto de normas, en permanente evolución, que apunta, en términos generales, a proteger, a la población civil, de las consecuencias que tienen los conflictos bélicos, mientras que el Didh, establece, en coincidencia con el Derecho Internacional, la obligación, de los estados, de respetar, proteger, y hacer efectivos los derechos humanos.

Respecto a la crítica situación que golpea a Gaza, la Oacnudh indicó, en el informe, que, durante el período cubierto por el análisis, documentó “ataques contra por los menos 27 de los 38 hospitales en Gaza, y ataques contra unas adicionales 12 instalaciones médicas -clínicas-, totalizando 136 ataques”.

Al referirse a incidentes de “disparos contra civiles, incluido personal médico”, la oficina informó que, “otro rasgo de los ataques contra hospitales, ha sido la aparente precisión para disparar, con armas de grueso calibre, contra personas dentro de los hospitales, incluido el personal médico”.

También hizo mención del “uso de tácticas de asedio contra hospitales e instalaciones afines”, y precisó que, “en cada operación contra un hospital, documentada (…) después de múltiples ataques contra estructuras en el vecindario, los militares israelíes asediaron las instalaciones”.

“El asedio cortó el acceso, y aisló a aquellos adentro -incluidos pacientes, personal médico, y PIDs (personas internamente desplazadas)-, además de impedir el ingreso de abastecimiento médico y otras necesidades vitales, impactando, negativamente, los derechos de las personas a la salud y a la vida”, reveló, asimismo.

En cuanto al “impacto delos ataques contra los hospitales”, la agencia de derechos humanos denunció que “los efectos acumulados, de los ataques descritos contra los hospitales, llevó, al sistema de asistencia en salud de Gaza, al borde del colapso total, impactando, seriamente, el acceso, de los palestinos, a la salud y a la asistencia médica, en un momento de tremenda necesidad”.

Al citar datos del Ministerio de Salud Palestino (Palestinian Ministry of Health, MOH), la Oacnudh informó que “el crecientemente limitado sistema de atención en salud impidió, a muchos de aquellos quienes habían sufrido heridas traumáticas, recibir tratamiento oportuno y que les salvara la vida”.

“Al 24 de abril de 2024, según el MOH Palestino, el número de camas de hospital en Gaza se había disminuido en 80 por ciento”, y, “para el final de junio de 2024, más de 500 médicos profesionales habían fallecido, en Gaza, desde el 7 de octubre”, agregó.

Sumado a ello, “para el final de abril de 2024 (…) 77,704 palestinos fueron heridos, con más de 380 heridos diariamente, en promedio, desde el 7 de octubre de 2023, sólo aumentando la significativa presión sobre el sistema de atención en salud, que estaba bajo ataque y reduciéndose”, señaló.

La guerra suele ser un ámbito de particularmente cruel desigualdad de género, y el genocidio en Gaza no se aparta de esa realidad.

De acuerdo con versiones periodísticas basadas sobre datos oficiales, la población femenina -junto con la infantil- presenta brutales estadísticas, ya que, de las más de 45 mil víctimas fatales -a diciembre de 2024-, la mayoría está constituida por niños y mujeres.

En el contexto de la destrucción del sistema de salud, el componente obstétrico se destaca con singular notoriedad.

En ese sentido, la Oacnudh indicó que “las mujeres, especialmente las mujeres embarazadas, están sufriendo severamente”, ya que “muchas mujeres están dando a luz sin o con mínima asistencia pre y posparto, aumentando el riesgo de prevenible mortalidad materna e infantil”.

Al respecto, citó datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (United Nations Population Funda, Unfpa) -la agencia mundial especializada en salud sexual y reproductiva-, según los cuales, “a febrero de 2024, las parteras están asistiendo a 70 partos al día, en dramáticas condiciones y con insuficiente equipamiento médico”.

Por otra parte, “la Oacnudh ha recibido informes de que un número de recién nacidos murió porque sus madres no pudieron recibir chequeos posparto ni llegar a instalaciones médicas para dar a luz”, se indicó, en el informe.

“Los ataques contra los hospitales han desalentado, a muchas mujeres y niñas, en cuanto a buscar la atención necesaria, a causa de temores y riesgos agudizados”, agregó la entidad mundial, además de puntualizar que “esto ha ocurrido en el contexto de dramáticas condiciones, en Gaza, que conducen a una significativa alza en abortos espontáneos y extrema inseguridad alimentaria entre las mujeres embarazadas y las que amamantan”.

La situación es igualmente dramática en lo que se refiere a acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.

Sobre ese aspecto, la agencia especializada en derechos humanos denunció que “se ha impedido, a mujeres y a niñas, acceso a atención en salud ginecológica y reproductiva”.

“Y se impide, a sobrevivientes de violencia sexual y de género, recibir asistencia médica”, lo que “ha conducido a severas consecuencias médicas, incluyendo problemas de salud reproductiva, crisis de salud mental, y obstáculos respecto a asistencia preventiva”, según la misma fuente.

La Oacnudh incluyó en ese sentido, las falaces afirmaciones del régimen jefeado por el sionista guerrerista -y corrupto- primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

“En sus comentario para este informe, el Gobierno de Israel afirmó que, durante sus operaciones, las IDF habían tomado ‘amplias medidas’ ‘para mitigar el daño a civiles, y minimizar la interrupción de los servicios médicos’”, informó.

“Éstas incluyeron, afirmó, habilitar rutas de evacuación desde los hospitales, proporcionar equipamiento médico, combustible, y otra ayuda humanitaria para asegurar el continuo funcionamiento de los hospitales y el bienestar de los pacientes, el personal, y las personas refugiadas allí, y establecer hospitales de campaña para fortalecer el sistema médico de Gaza”, agregó.

“No obstante, tales pasos no han sido suficientes para compensar por los efectos de la destrucción causada por los ataque contra los hospitales, y combate vinculado, en y alrededor de ellos, inclusive a través de tácticas de asedio”, aclaró.

“El Gobierno de Israel también afirmó que Hamas había optado “por, metódicamente, abusar en la protección de las instalaciones médica”, y que “asimilar su sistema e infraestructura de túneles a las estructuras de instalaciones médica, como tema de estrategia, y los utiliza como arsenales, y como puestos de mando accesibles para sus operativos’”, indicó.

Al realizar un “análisis legal” de las criminales acciones de las IDF en Gaza, la oficina señaló variadas violaciones, por parte de Israel, al DHI -por ejemplo: a sus obligaciones como potencia de ocupación, al estatus de protección de hospitales y personal médico, a sus obligaciones respecto al uso de armas explosivas, al uso de hospitales más allá de sus funciones humanitarias-.

En el primer caso, indicó que “Israel, como potencia de ocupación, está obligada, bajo el derecho humanitario internacional (DHI), a asegurar y mantener la provisión de servicios médicos, y salud pública, e higiene, al máximo posible e ls medios a su disposición, y a tomar las medidas preventivas necesarias para combatir la propagación de enfermedades contagiosas y epidemias”.

Respecto al estatus de protección de hospitales y personal médico, planteó que “los repetidos ataques de los militares israelíes contra hospitales, generan preocupaciones respecto al cumplimiento de las obligaciones bajo el DHI de que el personal médico, las ambulancias, y los hospitales sean respetados y protegidos en todo momento”.

Asimismo, explico que “solamente pierden su protección especial si cometen o son usados para cometer, fuera de su función humanitaria, actos que dañen al enemigo”.

Y, aclaró, contundentemente: “los militares israelíes no han proporcionado suficiente información para permitir una comprobación independiente respecto a sus afirmaciones -cuando las han formulado- de que los hospitales, las ambulancias, y el personal atacado habían perdido su protección especial, y constituían objetivos militares”.

En lo que tiene que ver con el uso de armas explosivas, advirtió que “si cualquiera de los ataques” documentados durante el período cubierto por el informe fue deliberadamente dirigido a civiles -incluidos doctores, enfermeras, y otro personal médico- no participantes directos en hostilidades, o a objetos civiles no usados para cometer actos perjudiciales para el enemigo, en lugar de a objetivos militares, eso equivaldría a crímenes de guerra”.

También señaló que, “en algunos de los ataques contra hospitales, las IDF probablemente usaron armas explosivas con efecto de largo alcance”, precisando, además, que “en ciertas circunstancias, tales ataques puede equivaler a un ataque directo contra civiles u objetos civiles”.

De acuerdo con la definición establecida por la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (United Nations Office for Disarmament Affairs, Unoda), las armas explosivas son una subcategoría de lo que se conoce como amas convencionales, incluyen bombas, misiles, minas terrestres, y son activadas mediante la detonación de alguna sustancia altamente explosiva, además de que cubren “un amplio radio destructivo”.

Al abordar el tema del uso indebido de las instalaciones médicas, la Oacnudh formuló críticas y advertencias en relación con organizaciones políticomilitares palestinas, específicamente Harakat al-Muqawama al-Islamiya -en transliteración del árabe: Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas)-, que gobierna en Gaza.

En referencia al “uso de hospitales fuera de sus funciones humanitarias”, advirtió que, “si grupos armados palestinos han usado hospitales y otras unidades médicas fuera de su función humanitaria, para actos perjudiciales para el enemigo, o en un intento por proteger, de un ataque, a objetivos militares, tal conducta constituiría serias violaciones al derecho humanitario internacional”.

“Todas las partes en un conflicto tienen la obligación de respetar y proteger hospitales, y de tomar todas las precauciones factibles para proteger, a los civiles y a los objetos civiles bajo su control, contra los efectos de un ataque”, explicó.

“Esto incluye no usar hospitales para cometer actos perjudiciales para el enemigo, y asegurarse de que los hospitales están, en la medida de lo posible, ubicados de modo que ataques contra objetivos militares no pongan en riesgo la seguridad de los hospitales” aclaró.

La Oacnudh hizo, también, referencia a Hamas, en relación con la recurrente narrativa israelí de que la organización terrorista palestina utiliza instalaciones médicas, lo que, según esa versión, obliga a las fuerzas invasoras a atacar esos lugares.

“Las IDF han regularmente sostenido que los hospitales que han atacado han sido usados por ‘Hamas’ u ‘organizaciones terroristas’, o que operativos (combatientes) estaban en las cercanías del hospital”, indicó la agencia mundial.

“Si se verifica, esto generaría serias preocupaciones de que grupos armados Palestinos usaron la presencia de civiles para, intencionalmente, protegerse de ataques, lo que equivaldría a un crimen de guerra”, advirtió, a continuación.

Por lo tanto, “investigaciones independientes y creíbles son requeridas en este sentido”, planteó, para precisar que “informes de que las IDF han asediado y tomado control de hospitales (…) durante extensos períodos, también generan preocupación sobre el uso de hospitales, fuera de su función humanitaria, para actos perjudiciales para el enemigo”.

En ese sentido, reveló “otras violaciones durante asedios a hospitales”.

“Como parte de su asedio a hospitales, los militares israelíes bloquearon la entrega de insumos médicos esenciales y otras provisiones a estos hospitales, creando carencias atentatorias contra la vida”, lo que implicó “escasez de medicinas así como de combustible, oxígeno, y alimentos durante asedios” a hospitales, en diciembre de 2023, y en enero y febrero de 2024, puntualizó.

Ello, “según denuncias, causó la muerte de tres pacientes”, informó, a continuación.

“Negar alimentos y abastecimientos médicos a civiles atrapados dentro de hospitales es contrario a varias obligaciones de las partes en el conflicto, con respecto a respetar y proteger las unidades médicas”, explicó.

Tal protección “incluye asegurar su inalterado funcionamiento, la prohibición de usar el hambre como un método de guerra, y las obligaciones de permitir y facilitar el paso, sin trabas, de ayuda humanitaria aciviles necesitados”, aclaró.

La agencia especializada en derechos humanos igualmente precisó que, “la manera en la cual los asedios fueron llevados a cabo, también pone en duda el respeto de las IDF a su obligación de constante cuidado para resguardar a la población civil, a civiles, y objetos civiles en la realización de operaciones militares, cuando el impacto de los asedios, en civiles, era enteramente previsible”.

Por otra parte, “durante los asedios y otras operaciones contra hospitales, los militares israelíes ordenaron la evacuación, de pacientes, personal, y PIDs, de los hospitales, lo que, dadas las circunstancias, generó reocupaciones sobre desplazamiento forzado”, indicó.

El organismo explicó, asimismo, con precisión contundente: “dirigir, intencionalmente, ataques cona hospitales y lugares donde enfermos y heridos están reunidos, siempre que no sean objetivos militares; dirigir, intencionalmente, ataques contra la población civil como tal, o contra personas civiles que no participan en hostilidades, incluido el lanzamiento de un ataque indiscriminado que resulte en muerte o daño a civiles; y lanzar, intencionalmente, ataque desproporcionados, son, todos, crímenes de guerra”.

“Varios de estos actos, si son cometidos como parte de un ataque generalizado o sistemático dirigido a población civil (…) también pueden equivaler a crímenes de lesa humanidad”, agregó.

A continuación, aclaró que esos crímenes “incluyen actos intencionales que resulten en la muerte de civiles, incluido personal médico, en violación del derecho humanitario internacional en el contexto de los ataques contra hospitales, y en el arbitrario bloqueo de la entrega, a civiles, de alimentos y abastecimiento médico y otros suministros esenciales para la vida”.

Dado el cuadro de situación que enmarca el colapso del sistema de salud de Gaza, a causa de la agresión militar israelí, la Oacnudh planteó, como conclusión, que “es esencial que haya investigaciones independientes, creíbles, y transparentes, de esos incidentes, que se asuma plena responsabilidad por todas las violaciones al derecho humanitario internacional y al de derechos humanos que han tenido lugar”.

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