El lado oscuro del lado oscuro: invasores civiles judíos actúan como soldados en Cisjordania

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El más reciente lado oscuro del criminal proyecto que el guerrerista sionismo imperialista israelí lleva a cabo en Palestina es, desde el 7 de octubre de 2023, la genocida ocupación militar de la Franja de Gaza.

Pero hay un adicional lado oscuro: la permanente ocupación violenta, principalmente civil, de Cisjordania, agresión que las fuerzas militares están agudizando desde el final de agosto.

De momento sin la brutalidad desatada en Gaza, la ofensiva presenta características que se asemejan, por lo constante, a una guerra de atrición -o sea, de debilitamiento del enemigo, en este caso específico, la población palestina cisjordana-.

Los invasores civiles judíos -violentos, armados, y engañosamente etiquetados como “colonos”- son un ejército de facto que, en agresividad a escala selectiva, invaden tierras de palestinos -a quienes expulsan, o asesinan en el terreno-, en lo que el imperialista régimen sionista israelí denomina, eufemísticamente, “asentamientos”.

La construcción de los ilegales asentamientos significa, en la práctica, la destrucción de viviendas y otra infraestructura, para erigir nuevas.

Además de invadir -armados- las áreas donde por la fuerza se asientan, los tales colonos cuentan con el apoyo de las Fuerzas de Defensa de Israel (Israeli Defense Forces, IDF), las cuales, a su vez, mantienen, hace décadas, bajo ocupación militar, aproximadamente 90 por ciento de Cisjordania -además de la totalidad de Gaza-.

La occidental Franja de Gaza -fronteriza con Israel (norte, este) y Egipto (sur), y bordeada por el Mar Mediterráneo (oeste)-, y la oriental Cisjordania, mencionada, asimismo, como la Margen Occidental (West Bank) -limítrofe con Israel (norte, este, sur) y Jordania (oeste), y bordeada por las respectivas márgenes occidental del Río Jordán (oeste) y del Mar Muerto (suroeste)-, físicamente forman -separadas por territorio israelí-, el Estado de Palestina.

Gaza cubre 365 kilómetros cuadrados -con población algo superior a 2.1 millones, desplazada, en un noventa por ciento, por la presente guerra-, mientras Cisjordania se extiende sobre 5,640 kilómetros cuadrados -con aproximadamente 3.2 millones de habitantes-.

La franja es gobernada, desde 2007, por el movimiento políticomilitar palestino Harakat al-Muqawama al-Islamiya -que, en transliteración del árabe, significa Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas)-.

Se trata, a nivel mundial, de una de la zonas más densamente pobladas, a lo que se suma el hecho de que, a causa del inmisericorde bloqueo que Israel le impone desde ese año, la aislada zona presenta algunos de los globalmente más críticos índices socioeconómicos.

Al mismo tiempo, Cisjordania, es gobernada por la Autoridad Nacional Palestina
-organización rival de Hamas-.

En el caso de Gaza, el lugar está rodeado, en sus fronteras norte y este -unos 51 kilómetros, en total, con Israel -, por una tecnológicamente sofisticada valla de construcción israelí.

Se trata de una estructura de unos seis metros de altura, cuya construcción, de acuerdo con
versiones periodísticas del momento, insumió algo más 140 mil toneladas de acero y hierro.

Junto a la valla, bordeando su largo total, Israel estableció una “zona prohibida”, de 100 metros de ancho, a la cual los palestinos no tienen acceso.

A continuación, hay un área de 300 metros de ancho, que está habilitada solamente para agricultores desplazándose caminando.

Inmediatamente después, se extiende la “zona de riesgo”, cuyo ancho es
de 1 kilómetro.

La parte visible de la valla es complementada por un muro subterráneo de concreto, de igual largo, instalado para impedir que Hamas construya túneles con los cuales burlar el aislamiento.

Israel suma, a todo ello, la constante vigilancia aérea sobre la franja, en apoyo al desplazamiento de tropas en toda la zona.

Ambas extensiones territoriales están bajo ocupación por parte de las IDF -Gaza, en el marco de la presente invasión, completamente, y Cisjordania, hace décadas, en más de 90 por ciento-.

Los habitantes de Cisjordania también padecen la represión israelí, en este caso por parte de dos fuerzas agresoras: los “colonos” y las IDF.

Las acciones de la flagrante violación actual de la soberanía palestina -al igual que en el caso de Gaza-, tienen, como origen histórico, a 1948, cuando Israel se declaró, unilateralmente, independiente, contraviniendo la creación del Estados de Israel y del Estados de Palestina, resuelta, en noviembre de 1947, por la Asamblea General de las Naciones Unidas:

Ese brutal capítulo de la violenta historia de Oriente Medio, se conoce, en árabe, como al-Nakba (la catástrofe), descrita, por investigadores académicos, como una operación militar de limpieza étnica antipalestina.

Además de la expulsión, las víctimas sufrieron el robo -o la destrucción- de su patrimonio, mientras que las ciudades, los barrios, la aldeas que ancestralmente habitaron hasta entonces, fueron, en gran proporción, arrasadas.

Las viviendas que no fueron destruidas, pasaron a ser ilegalmente ocupadas por “colonos”.

Numerosas familias palestinas expulsadas, llevaron consigo, al forzado exilio, las llaves de sus respectivas viviendas, objetos que conservan como símbolo de la esperanza de regreso, de reivindicación de los derechos violados, de justicia colectiva.

Simultáneamente al genocidio que está perpetrando en Gaza, el régimen del belicista de Benjamin Netanyahu -un seren (capitán) de la Sayeret Matkal (Unidad de Reconocimiento de Estado Mayor), grupo élite de las IDF, especializado en inteligencia militar, contraterrorismo, y rescate de rehenes-, implementa, en Cisjordania, la política consistente en consolidar la ocupación ilegal.

Tal propósito fue ratificado por el ministro de Finanzas israelí, el ultraderechista Bezalel Smotrich, cuando anunció, el 22 de febrero, en la red social X, un plan consistente en la construcción de 3,300 nuevas viviendas judías, precisamente, en Cisjordania.

Smotrich uso, como excusa, un tiroteo, ocurrido en esos días, entre “colonos” y palestinos, incidente durante el cual seis israelíes resultaron heridos -uno de ellos, fatalmente-.

“El serio ataque (…) debe tener una firme respuesta de seguridad, pero, también, una respuesta en materia de asentamientos”, aseveró, para, a continuación, amenazar: “nuestros enemigos saben que cualquier daño a nosotros, conducirá a más construcción, y más desarrollo, y más de nuestro control en todo el país”.

En apoyo a la criminal conducta del sionismo guerrerista israelí, aplicando su hipócrita doble rasero, Estados Unidos anunció sanciones contra los criminales colonos invasores de Cisjordania.

Ello, no obstante ser permanente aliado de Israel, a cuyo régimen renueva, periódicamente, el apoyo financiero/armamentista/político al genocidio en Gaza-.

Pero el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el austríaco Volker Türk, denunció dos meses después de la amenaza de Smotrich, denunció las persistentes y “graves violaciones de derechos humanos (…) sin disminuir, en Cisjordania”.

El funcionario internacional hizo, en un comunicado que Noticias ONU -la agencia informativa de Naciones Unidas- citó el 23 de abril, específica mención de “ataques masivos de colonos”, los días 12 a 14 de abril, “con el apoyo de las Fuerzas de Defensa de Israel”.

Ahora, fuentes internacionales están denunciando una escalada militar israelí en Cisjordania.

Al respecto, la agencia de las Naciones Unidas para Ayuda y Obras para Refugiados Palestinos en el Cercano Oriente (United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East, Unrwa) denunció, en su Informe de Situación #132 (Situation Report #132), emitido el 30 de agosto, la ofensiva militar israelí lanzada en esa zona de Palestina.

“Una operación en gran escala, de la ISF inició, el 27 de agosto, en el norte de Cisjordania, en las gobernaciones (provincias) de Jenin, Tubas, Tulkarem, y Qalqiliva”, indicó Unrwa
-que identifica, a las IDF, como Fuerzas de Seguridad de Israel (Israel Security Forces, ISF).

“Para el 28 de agosto, se informó que 14 palestinos murieron y otros 30 resucitaron heridos”, agregó, para precisar que “por lo menos ocho de quienes murieron fueron resultado de ataques aéreos de las ISF”.

En algunos lugares, “el uso extensivo de excavadoras (bulldozers) y maquinaria pesada fue registrado (…) resultando en la destrucción de infraestructura, incluida agua, alcantarillado, y caminos”, indicó.

“Las instalaciones de UNRWA, en las áreas impactadas, permanecieron cerradas durante el período, a causa de al situación de seguridad”, explicó, a continuación.

Por su parte, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios territorio palestino ocupado (United Nations Office for the Coordination of Humanitarian Affairs occupied Palestinian territory, Ocha oPt), denunció, en su Actualización #210 sobre Situación Humanitaria-Cisjordania (Humanitarian Situation Report #210-West Bank), emitida el 28 de agosto, precisó datos sobre la agresión.

Al detallar los Puntos Principales (Key Highlights), señaló que, en esa zona “unos 13 palestinos, incluidos cuatro niños, murieron entre el 20 y el 26 de agosto”, indicando que “ocho de ellos murieron en ataques aéreos israelíes”.

También indicó que, en Cisjordania, “unos 136 palestinos murieron y 41 resultaron heridos en ataques aéreos israelíes desde octubre de 2023, 135 en las gobernaciones norteñas”.

“El 28 de agosto, informaciones iniciales sobre operaciones israelíes en gran escala, involucrando helicópteros, drones, y fuerzas terrestres en las gobernaciones de Jenin, Tulkarm, y Tubas fueron informadas”, agregó, en el teto, que fue citado por Unrwa.

“Por lo menos diez palestinos murieron, siete de ellos en ataques aéreos, y otros 11 resultaron heridos”, señaló, de inmediato.

Al relatar Acontecimientos Humanitarios (Humanitarian Developments) ocurridos del 20 al 26 de agostos, Ocha trazó una línea de tiempo, con fechas puntuales, para denunciar diferentes barbaridades perpetradas por las IDF, en la zona.

En uno de numerosos incidentes señalados, “el 25 de agosto, fuerzas israelíes hirieron de bala a dos palestinos en la aldea de Tarqumiya, al oeste de la ciudad de Hebrón”, en el extremo sur de Cisjordania.

“Los palestinos era trabajadores tratando de entrar a Israel a través de un hoyo en la Valla de Separación, y fueron impedidos por fuerzas israelíes”, agregó.

“Los sodados les ordenaron que se echaran al suelo, y, luego, les dispararon en las piernas”, siguió narrado, para precisar que, “como resultado, a uno de los palestinos le fue amputada su pierna”.

Ocha denunció asimismo, que, “entre el 7 de octubre de 2023 y el 26 de agosto de 2024, 622 palestinos murieron en Cisjordania”, y agregó que, de ese total, “602 palestinos fueron muertos por fuerzas israelíes, 11 por colonos israelís, desconociéndose si los perpetradores de los otros 7 (casos) fueron fuerzas israelíes o colonos”.

También informó que, “durante el período del Informe, colonos israelíes perpetraron 31 ataques contra palestinos”, y que, “entre el 7 de octubre de 2023 y el 26 de agosto de 2024, OCHA registró aproximadamente 1,270 ataques por arte de colonos israelíes contra palestinos, más de 120 de los cuales condujeron a víctimas fatales palestinas y heridas, alrededor de 1,030 causaron daño a propiedades palestinas, y otros 130 causaron lo mismo víctimas fatales que daño a propiedades”.

De acuerdo con lo denunciado por Ocha en su Actualización #210, “entre el 7 octubre de 2023 y el 26 de agosto de 2024, las autoridades israelíes demolieron, confiscaron, u obligaron a la demolición de 1,446 estructuras palestinas en toda Cisjordania (…) desplazando a más de 3.300 palestinos, incluidos alrededor de 1,430 niños”.

“Las demoliciones (…) incluyen más de 500 estructuras habitadas, más de 300 estructuras agrícolas, más de 100 estructuras de agua, alcantarillado, e higiene, y 200 estructuras de subsistencia”, detalló, a continuación.

Por su parte, el Comité de las Naciones Unidas para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino (United Nations Committee on the Exercise of the Inalienable Rights of the Palestinian People, Ceirpp), informó, el 30 de agosto, sobre la preocupación ex presada por tres organizaciones no gubernamentales palestinas
de derechos humanos, respecto a la ofensiva militar israelí en Cisjordania.

Se trata de Al-Haq, Centro Al Mezan para los Derechos Humanos (Al Mezan Center for Human Rights), Centro Palestino para los Derechos Humanos (Palestinian Center for Human Rights), con sedes, respectivamente, en Cisjordania -la primera-, y en Gaza -las otras dos-.

“El 28 de agosto, Al Mezan, Al Haq, y el Centro Palestino para los Derechos Humanos emitieron un comunicado para expresar sus preocupaciones por las comunidades palestinas en la ocupada Cisjordania, después de que las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron una importante operación militar, principalmente en Jenin, Tulkarem, y Tubas, y los campamentos de refugiados en ellas ubicados”, indicó el Ceirpp.

“Las ONGs informaron que este ataque involucró amplio despliegue de fuerzas militar, incluyendo a cientos de soldados israelíes, la fuerza aérea, y una serie de vehículos militares, incluidas excavadoras (bulldozers), en lo que se ha descrito como la mayor operación en Cisjordania, desde 2002”.

Las oenegés hicieron, así, referencia a la agresión militar -Operación “Escudo Defensivo” (Operation “Defensive Shield”) que Israel perpetró, del 29 de marzo al 10 de mayo de 2002, en territorio cisjordano, con saldo de casi 500 palestinos fallecidos -según cálculos de Naciones Unidas-, frente a 30 bajas israelíes, y casi 1,500 palestinos heridos.

La excusa, al igual que hace 22 años, fue, en esencia, la destrucción de focos terroristas antijudíos -ocultando el objetivo del sionismo imperialista israelí: anexar toda Palestina, objetivo que, a su vez, constituye la esencia del plan mayor denominado “Gran Israel” (“Greater Israel”)-.

En un artículo de análisis y opinión dado a conocer el 21 de marzo, en Internet, el economista, investigador, y analista político canadiense Michel Chossudovsky, y el docente universitario israelí, defensor de los derechos humanos, y sobreviviente del holocausto (genocidio de judíos europeos, de 1941 1945, por el régimen nazi alemán), Israel Shahak, abordaron, precisamente, el componente imperialista sionista del genocidio que Netanyahu está perpetrando en Gaza.

“Benjamin Netanyahu está presionando para formalizar ‘el proyecto colonial de Israel’, específicamente la apropiación de todas las Tierras Palestinas”, señalaron, en el extenso artículo titulado “‘Gran Israel’ entonces y ahora: el plan sionista para el Oriente Medio” (“‘Greater Israel’ Then and Now: The Zionist Plan for the Middle East”).

“Su posición, definida más abajo, consiste en la total apropiación, además de la directa expulsión, del pueblo palestino, de su patria”, plantearon.

A continuación, citaron al primer ministro israelí: “estas son las líneas básicas del gobierno nacional encabezado por mí: el pueblo judío tiene exclusivo e incuestionable derecho a todas las áreas de la Tierra de Israel” -o sea: Eretz Yisrael, o sea: Gran Israel-.

De acuerdo con la misma cita textual, Netanyahu aseveró, en calidad de flagrante amenaza a ser cumplida, que “el gobierno promoverá y desarrollará asentamientos en todas las partes de la Tierra de Israel -Galilea, el Neguev, el Golán, Judea, y Samaria-”.

Ello significa la toma de algunas áreas de los territorios, respectivamente, de Arabia Saudita, Egipto, Irak, Siria, y la totalidad territorial, respectivamente, de Israel, Jordania, Líbano, y Palestina.

Chossudovsky y Shahak incluyeron, en el análisis, el siguiente mapa de la Gran Israel -en el centro, en letras verdes y moradas, se lee: “Fronteras de la Gran Israel” (“Greater Israel’s Borders”)-:

(aquí el mapa: https://michelchossudovsky.substack.com/p/greater-israelthen-and-now-the-zionist?utm_source=post-email-title&publication_id=1910355&post_id=142823937&utm_campaign=email-post-title&isFreemail=true&r=ablom&triedRedirect=true&utm_medium=email)

Respecto a la presente ofensiva militar israelí contra Cisjordania, el canciller de Israel, Yisrael Katz, recomendó, el 28 de agosto, aplicar, en Cisjordania, la brutal receta impuesta a Gaza.

Alegando que la criminal teocracia musulmana instalada en 1979 en Irán -enemiga de Israel- está construyendo lo que describió como una “infraestructura terroristas islámica”, el ministro escribió, un día después de iniciada la agresión en la zona cisjordana, en la red social X, que “Irán está trabajando para establecer un frente terrorista oriental contra Israel, en Cisjordania, según el modelo de Gaza y Líbano”.

Katz hizo, así, alusión al hecho de que la organización políticomilitar musulmana Hezbollah -en transliteración del árabe: Ḥizbu -‘llāh- (Partido de Dios)- opera en territorio de Líbano -principalmente, el sur del país-, desde donde lanza recurrentes ataques contra la limítrofe Israel.

El ministro planteó, asimismo, que, en el contexto descrito, la dictadura iraní “está financiando y armando a terroristas, y traficando armas sofisticadas, desde Jordania”, razón por la cual “tenemos que enfrentar la amenaza, tal como estamos enfrentando a la infraestructura terrorista en Gaza”.

Jordania -gobernada, desde 1999, por el rey Abdullah II, país tradicionalmente aliado de Estados Unidos- impulsa un acuerdo de alto al fuego en Gaza, y su monarca ha participado, personalmente, en vuelos militares de ese país para dejar caer, en territorio de la franja, urgentemente necesaria ayuda humanitaria.

Según Katz, el cuadro de situación con Irán implica “los pasos que sean necesarios”, agregó, proporcionando incipientes indicios del verdadero propósito del extremismo sionista israelí.

Y, a manera de confesión ampliada, aseveró: “esta Guerra, es por todo, y tenemos que ganarla”.

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