Otra vez caos en Venezuela: Maduro denuncia intento golpista, partidarios y detractores en violentas manifestaciones

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Manifestaciones violentas -con saqueo de comercios incluido- tienen lugar en Venezuela, a raíz del resultado oficial de la votación presidencial realizada el 28 de julio, según los cuales Nicolás Maduro obtuvo la reelección para un nuevo mandato sexenal, a partor del año próximo.

Es inevitable el recuerdo de las “guarimbas” (violentas manifestaciones, con bloqueo de calles) que, en oposición al régimen madurista, convulsionaron, en 2017, al caribeño país sudamericano.

La diferencia, ahora, radica en que algunas protestas son -al igual que entonces- en oposición a Maduro, y, en el caso actual, también tienen lugar manifestaciones de simpatizantes del régimen -que han incluido el derribamiento de varios monumentos al ex presidente (1999-2013), el coronel Hugo Chávez -fallecido en el ejercicio del cargo, y reemplazado por Maduro-.

De momento, fueron estatuas ubicadas en los estados de Carabobo (costero, en el norte), Falcón (costero, en el noroccidente), Guárico (central), La Guaira (costero, en el norte), de acuerdo con videos difundidos en redes sociales.

Esos actos de oposición a Maduro se asemejan a las acciones registradas en Iraq, tras la caída del dictador (1979-2003) Saddam Hussein.

Inmediatamente después de conocidos -con aproximadamente seis horas de atraso- los números del Consejo Nacional Electoral (CNE)-, y como preámbulos de la agitación callejera, los máximos dirigentes del opositor y derechista partido Vente Venezuela -su candidato presidencial, Edmundo González, y la judicialmente inhabilitada ex legisladora María Corina Machado-, aseguraron que el régimen incurrió en fraude electoral, y proclamaron el triunfo de González.

También es inevitable el recuerdo de la decisión de la Asamblea Nacional -el parlamento unicameral venezolano-, entonces dominada por la oposición, de desconocer, en 2019, a Maduro como titular del Poder ejecutivo, y designar, a Juan Guaidó, uno de sus integrantes más jóvenes -probablemente el más inepto-, como presidente encargado (interino) -ficticio cargo en el que se mantuvo, con decidido apoyo del gobierno estadounidense, presidido, desde 2017 hasta 2021, por Donald Trump-.

Maduro se refirió a ambos acontecimientos, y aseguró que, a diferencia de entonces, se trata, ahora, de un solo intento golpista.

El ilegítimamente reelegido mandatario formuló la denuncia, durante el extenso discurso que dirigió al país, durante el acto de su proclamación como presidente para el sexenio 2025-2031, actividad llevada a cabo, al día siguiente de la votación, en la sede del CNE.

“No es la primera vez que enfrentamos lo que, hoy, estamos enfrentando: se está intentando imponer, en Venezuela, un golpe de Estado -nuevamente-, de carácter fascista y contrarrevolucionario”, aseguró.

“Yo pudiera denominarlo, una especie de ‘Guaidó 2.0’”, agregó,, acompañado por el patéticamente servil presídete del CNE, Elvis amoroso -quien, leyendo, por momentos con dificultad, su alocución, se permitió aseverar que, en Venezuela, “existe el sistema electoral mejor del mundo”-.

Respecto a 2014 y a 2017, Maduro planteó que “ya, nosotros, vivimos eso: esta película, la vimos, la misma película, pero con un guión parecido”.

Los protagonistas, “somos los mismos: por un lado, el pueblo, que quiere paz, democracia, prosperidad, progreso, y, por otro lado, élites, llenas de odio, con un proyecto contrarrevolucionario fascista, amarrados al imperio estadounidense”, explicó, de inmediato

“En el año 2019, buscaron la institucionalidad, para, dentro de la institucionalidad -la Asamblea Nacional-, imponerle, a Venezuela, un modelo de entreguismo, al imperio norteamericano, a través de un ensayo que ellos llamaron Guaidó”, siguió narrando.

“Y, cómo terminó esa película?”, preguntó, ara contestar: “en daño al país, daño a los humildes, daño a la economía”.

“Pero, al final, esa película, la conocemos”, señaló, para decir que, “quizás, tardó un poco -dos, tres, cuatro años-”.

De ello, responsabilizó, de inmediato, a “un grupo de países, los mismo países que, hoy, cuestionan el proceso electoral venezolano, la misma ultraderecha fascista que, hoy se ha cartelizado, toda la ultraderecha fascista”.

En ese sentido, señaló a “Vox, de España, Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque, de Colombia, el nazifascista sociópata de Milei, Bolsonaro”, y expresó que se trata de “la misma ultraderecha, y los mismos grupos dirigidos por el imperio norteamericano”, sector que, ahora, “se encalla en la misma operación”.

Maduro hizo, así, referencia al partido ultraderechista español Vox, a los ex presidentes Uribe (2002-2006, 2006-2010) -un belicista de extrema derecha- y Duque (2018-2022), de Colombia, y al también ultraderechista presidente (2019-2022) y militar retirado Jair Bolsonaro, lo mismo que al actual gobernante argentino (2023-2027) Javier Milei -un impresentable autócrata quien, además de ser admirador de Bolsonaro, se define como liberal libertario-.

También dijo que, en 2019, los sectores de oposición extremista “fueron lo que salieron a tratar de imponerle, al pueblo de Venezuela, por encima de la Constitución, a un presidente espurio, utilizando la institucionalidad del país, la Asamblea Nacional”.

“Hoy, están ensayando, los primeros pasos -fracasados-, para desestabiliza a Venezuela, y para imponerle, otra vez, un manto de agresiones y de daño, a Venezuela”, aseguró.

Se trata de “una especie de película ‘Guaidó 2.0’, pero les digo, a los complotados, a los involucrados, y a los que avalen esta operación contra la democracia venezolana, que la película, ya la sabemos, y, esta vez, no va a haber ningún tipo de debilidad”, amenazó.

“Esta vez, en Venezuela, se respetará la Constitución, se respetará la ley, y no se impondrá ni el odio ni el fascismo, ni la mentira, ni la manipulación”, siguió advirtiendo, para reafirmar que “no se impondrá”.

En línea con lo afirmado por Maduro, y en el contexto de la agitación callejera, el ministro de Defensa de Venezuela, general Vladimir Padrino, denunció, un día después, en un mensaje televisado al país, denunció una acción golpista.

“Un golpe de Estado, está en marcha”, dijo padrino, acompañado por una veintena de oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb).

“Un golpe de Estado, fraguado, nuevamente, por estos factores fascistas de la derecha extremista, apoyados, por supuesto, por los factores imperiales, el imperialismo norteamericano y sus aliados y sus lacayos y cipayos”, afirmó.

“Un golpe de estado, en marcha”, ante lo cual, Maduro “se ha puesto al frente, para detenerlo, nuevamente, y, junto a él, el pueblo de Venezuela que lo eligió presidente para el próximo período presidencial, y, junto a él, las instituciones, la Fuera Armada Nacional Bolivariana, todas las instituciones democráticas de la República Bolivariana de Venezuela”, precisó.

“Y, ese golpe de Estado, lo vamos a derrotar, una vez más”, advirtió, en modo de amenaza.

Por su parte, González llamó, al sector militar, a ceñirse a su responsabilidad constitucional, y a respetar lo que definió como la voluntad popular dada a conocer en la reciente votación.

“A las fuerzas de seguridad, y a nuestra fuerza armada, los instamos a respetar la voluntad de los venezolanos, expresada el 28 de julio, y detener la represión de manifestaciones pacíficas”, dijo, en un mensaje de aproximadamente 55 segundos, difundido en redes sociales.

“Ustedes saben lo que pasó el domingo”, agregó, dirigiéndose a los uniformados, a quienes, además llamó a que “cumplan con su juramento”, porque “la Constitución está por encima de todos”.

González también expresó que “mi solidaridad está con el pueblo ante su justificada indignación”, e indicó que, “lamentablemente, tenemos reportes de personas fallecidas, decenas de heridos y detenidos”.

“Los venezolanos, queremos paz y respeto a la voluntad popular”, aseguró.

En sintonía opuesta, el prodictatorial presidente de la Asamblea Nacional -quien fue jefe de la campaña electoral de Maduro-, Jorge Rodríguez, echó gasolina al incendio político callejero.

“Convocamos a todas las fuerzas del pueblo revolucionario venezolano, a que hagan grandes marchas en sus ciudades, en sus estados”, en apoyo al dictador.

Ante ese contexto de violencia política, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el austríaco Volker Türk, expresó preocupación por la presente situación venezolana.

Türk denunció, en un comunicado que fue difundido el 30 de julio, que, entre los centenares de personas detenidas, figuran menores de edad.

“Estoy extremadamente preocupado por el aumento de las tensiones en Venezuela, con inquietantes informes de violencia desde los comicios del pasado domingo”, señaló, en las expresiones reproducidas también por Noticias ONU, la agencia informativa de Naciones Unidas.

“Cientos de personas han sido arrestadas, entre ellas niños”, indicó, para reafirmar que “esto me preocupa profundamente”, además de denunciar que “varios manifestantes han resultado heridos por armas de fuego, con una muerte confirmada el 29 de julio”.

Türk precisó, asimismo, en ese sentido, que la agencia especializada de Naciones Unidas está en conocimiento de más denuncias, las que “están aún pendientes de verificación”.

Respecto a la ola de violencia que estremece a Venezuela, Noticias ONU informó que “las manifestaciones han ocurrido en al menos 17 de los 24 estados del país, incluida Caracas, la capital (nacional)”.

Türk reflexionó en el sentido de que el país se encuentra en “un momento crítico”, además de exhortó al régimen “a respetar los derechos de todos venezolanos a reunirse y protestar pacíficamente y a expresar sus opiniones, libremente y sin miedo”.

En esa línea de pensamiento, señaló que “todos los venezolanos tienen derecho a participar, sustantivamente en las decisiones que afectan sus vidas y el futuro de su país, incluso mediante elecciones creíbles”.

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