La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha levantado una voz de alarma contundente este Día Mundial Sin Tabaco, denunciando los oscuros métodos empleados por la industria del tabaco y la nicotina para enganchar a la próxima generación en una espiral de adicción irreversible.
El informe presentado por la OMS y STOP, organismo de vigilancia afiliado, titulado «Enganchando a la próxima generación», destaca cómo la industria del tabaco diseña estratégicamente sus productos, lanza campañas de mercadotecnia y presiona para moldear políticas favorables que contribuyan a la creación de una adicción temprana entre los jóvenes de todo el mundo.
El panorama pintado por el informe es sombrío: se estima que unos 37 millones de adolescentes entre 13 y 15 años son consumidores habituales de tabaco en el mundo. Además, en muchos países, la tasa de uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes supera incluso a la de la población adulta.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, no dudó en calificar esta estrategia como una repetición de la historia, señalando que la industria tabacalera está empeñada en vender a los jóvenes la misma nicotina, pero en envases diferentes. «Esta industria se dirige activamente a las escuelas, los niños y los jóvenes con nuevos productos que, en esencia, son trampas con sabor a golosina», alertó.
Los cigarrillos electrónicos, en particular, han surgido como una nueva y atractiva forma de consumir nicotina, especialmente entre los jóvenes no fumadores. Estudios demuestran que su uso casi triplica la probabilidad de que los jóvenes se inicien en el consumo de cigarrillos convencionales.
Una investigación realizada en los Estados Unidos reveló que más del 70% de los jóvenes que utilizaban cigarrillos electrónicos dejarían de hacerlo si solo existieran productos con sabor a tabaco. Esto resalta la estrategia deliberada de la industria de utilizar sabores atractivos para los niños, como el de algodón de azúcar y chicle, combinados con diseños llamativos que se asemejan a juguetes, para generar adicción desde una edad temprana.
En respuesta a esta crisis de salud pública, la OMS hace un llamado urgente a los gobiernos para que tomen medidas enérgicas. Recomienda la implementación de una serie de políticas, incluyendo la creación de lugares públicos libres de humo, la prohibición de cigarrillos electrónicos aromatizados, la regulación estricta de la mercadotecnia y publicidad, el aumento de impuestos , la promoción de la educación y concienciación pública sobre los riesgos del tabaco y la nicotina.
Jorge Alday, director de STOP en Vital Strategies, subrayó la necesidad de actuar con prontitud, advirtiendo que si los responsables de formular políticas no toman medidas, las generaciones actuales y futuras podrían enfrentarse a una nueva oleada de daños causados por la adicción a los productos de tabaco y nicotina.
En conclusión, la denuncia de la OMS pone de relieve la urgencia de abordar el poderoso, malévolo alcance de la industria del tabaco, la nicotina, que se cierne sobre los jóvenes del mundo con la promesa de placer, sofisticación, pero que en realidad los arrastra hacia una vida marcada por la dependencia y la enfermedad.
