La comunidad de Claret, en Barrio México, vivió una experiencia inolvidable al celebrar su Fiesta de Fin de Año, un evento que trajo sonrisas y esperanza a muchas familias. Este logro fue posible gracias a la providencia divina y al esfuerzo conjunto de organizaciones comprometidas con el bienestar social, como No Hago Ni Mates .
El evento, marcado por un espíritu de unión y gratitud, permitió a niños y niñas disfrutar de momentos mágicos junto a sus familias. Juegos, música y una cálida cena se convirtieron en el marco perfecto para cerrar el año con esperanza y alegría. Los organizadores destacaron la importancia de compartir las bendiciones recibidas a diario y convertirlas en acciones concretas que impacten vidas de manera positiva.
Compromiso Más Allá de las Fronteras
Además de la fiesta en Barrio México, No Hago Ni Mates extendió su mano solidaria a dos centros de rehabilitación, donde jóvenes internos disfrutaron de una cena especial de Fin de Año. Este gesto no solo reafirma el compromiso de esta obra de bien social con quienes más lo necesitan, sino también su capacidad de ir más allá de los límites geográficos para llevar esperanza.
Un llamado a la solidaridad
El éxito de estos eventos no sería posible sin la colaboración de personas y organizaciones generosas.
Esta historia no solo refleja el espíritu de solidaridad que caracteriza a Costa Rica, sino también el poder transformador de trabajar unidos por el bienestar común. En cada sonrisa y cada abrazo compartido durante estas celebraciones, queda claro que pequeñas acciones pueden generar grandes cambios.
Un futuro prometedor
Con la mirada puesta en el próximo año, No Hago Ni Mates renueva su compromiso de seguir siendo un puente de esperanza y apoyo para comunidades vulnerables. Este fin de año es solo el comienzo de una cadena de acciones que buscarán continuar sembrando alegría y amor en los corazones de quienes más lo necesitan.
¡Que este ejemplo inspire a muchos más a sumarse a construir un futuro lleno de posibilidades para todos!