El sionismo guerrerista/imperialista que gobierna a Israel es, además de todo, maquiavélico: está, manipuladoramente, usando, a la principal organización humanitaria internacional que opera en Oriente Medio, como arma para hacer, aún más brutal, el genocidio que perpetra, hace más de un año, contra el asediado pueblo palestino.
El Knesset -unicameral parlamento israelí- aprobó, el 28 de octubre, por masiva mayoría entre sus 120 integrantes, dos proyectos de leyes que, de facto, anulan la capacidad para realizar el trabajo que, desde su creación en 1949, la Agencia de Ayuda y Obras de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Medio (United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East, Unrwa) tiene el mandato de cumplir en Israel y en Palestina.
La criminal acción derivó de la votación afirmativa del proyecto que prohíbe, a la Unrwa, operar en territorio israelí, y de la complementaria iniciativa que neutraliza las actividades de la agencia en las palestinas Franja de Gaza y Cisjordania, al prohibir que funcionarios gubernamentales israelíes tengan cualquier contacto con personal de la organización humanitaria.
En el segundo caso, la Unrwa no podrá, de hecho, trabajar en Palestina, ya que -a causa de la ilegal ocupación militar israelí- los permisos que debe gestionar para el desarrollo de su labor son emitidos -o negados- por los funcionarios de Israel con ilegal autoridad en esas zonas -pero una de las aberrantes leyes prohíbe que la entidad especializada internacional interactúe con personal israelí-.
Los proyectos convertidos en leyes -luego de los obligatorios tres debates legislativos-, fueron aprobados, en votaciones de, respectivamente 92-10 y 87-9, de acuerdo con versiones periodísticas que, además, han precisado que la segunda norma entrará en vigencia al final de enero de 2025.
La espuria razón esgrimida por los criminales promotores de ambas iniciativas, consiste en el gastado argumento de que organizaciones terroristas palestinas infiltraron el personal de la Unrwa.
Las principales agrupaciones políticomilitares palestinas son Harakat al-Muqawama al-Islamiya -que, en transliteración del árabe, significa Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas)-, que opera en Gaza, y Hezbollah -(en transliteración del árabe: Partido de Dios)-, con base en Líbano, país de cuyo parlamento es integrante.
El régimen sionista acusó, en enero de 2024, a personal de la Unrwa, de haber participado en el brutal ataque terrorista que Hamas lanzó, la mañana del 7 de octubre de 2023, desde Gaza, contra objetivos civiles ubicados en el norte de la limítrofe Israel -lo que dio origen, esa noche, a la genocida invasión que la fuerza militar israelí mantiene, ininterrumpidamente, desde entonces, en la franja-.
Naciones Unidas estructuró, de inmediato, un organismo de investigación, lo que derivó en el despido, siete meses después -en agosto-, de siete integrantes de la Unrwa.
Separadas por territorio israelí, Cisjordania y la Franja de Gaza son los sectores, respectivamente, occidental y oriental del estado palestino -que el sionismo extremista se niega, hace más de siete décadas, a reconocer-.
Cisjordania -mencionada, asimismo, como la Margen o la Ribera Occidental (West Bank)- limita, en el norte, el oeste, y el sur, con Israel, y en el este, con Jordania -separadas ambas por el Río Jordán y el Mar Muerto-.
Gaza es fronteriza, en el norte y el este, con Israel, y, en el sur, con Egipto, además de que es bordeada, en el oeste, por el Mar Mediterráneo.
Cisjordania, establecida sobre 5,640 kilómetros cuadrados -con algo menos de 3.2 millones de habitantes-, es el área mayor, mientras Gaza cubre 365 kilómetros cuadrados -y su población es de poco más de 2.1 millones, es desplazada, en un noventa por ciento, por la guerra genocida en desarrollo hace algo más de un año-.
Gobernada, desde 2007, por el terrorista Hamas, Gaza es una de la zonas más densamente pobladas, a nivel mundial, y, a causa del inmisericorde bloqueo impuesto, desde ese año, por Israel, la aislada franja presenta algunos de los más críticos índices socioeconómicos.
Las dos extensiones territoriales palestinas están bajo ocupación por parte de las IDF -Gaza, en el contexto de la presente guerra, completamente, y Cisjordania, hace décadas, en aproximadamente 90 por ciento-.
El tercer componente territorial palestino, es el sector oriental de la central ciudad de Jerusalén,
No obstante la acción correctiva implementada en agosto, en la Unrwa, el régimen dirigido por el corrupto y guerrerista primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha insistido en la narrativa de la generalizada infiltración terrorista palestina en la agencia humanitaria.
La agresiva obsesión israelí contra la Unrwa radica en el hecho de que la acción humanitaria que la entidad intenta llevar a cabo en Gaza, contraría el flagrante objetivo sionista de exterminar -o, en el mejor de los casos expulsar- a la población palestina de la franja.
Ello, en cumplimiento del denunciado plan imperialista de anexión de Gaza y Cisjordania, a Israel.
De acuerdo con diversas estimaciones -incluido el cálculo del Ministerio de Salud de Gaza, la masacre en la franja, ha cobrado, de momento, algo más 43 mil vidas, además de haber generado por encima de 102 mil heridos y alrededor de 10 mil desaparecidos -en todos los casos, considerable mayoría de menores de edad y de mujeres-.
En inmediata reacción a la criminal votación parlamentaria judía, el comisionado general de la Unrwa, el suizo-italiano Philippe Lazzarini, advirtió, en la red social X, sobre las consecuencias de esa acción.
“La votación, por el Parlamento israelí -Knesset- contra la Unrwa, esta noche, es sin precedente, y establece un peligroso precedente”, denunció Lazzarini, en el texto de ocho párrafos reproducido, íntegramente, por la agencia, en una Declaración Oficial.
“Se opone a la Carta de las Naciones Unidas, y viola las obligaciones del Estado de Israel bajo el derecho internacional”, advirtió, a continuación.
“Esto es lo más reciente en la campaña en marcha para desacreditar a la UNRWA, y deslegitimar su papel hacia la prestación de asistencia y servicios de desarrollo humano para los refugiados palestinos”, agregó, en el texto difundido únicamente en inglés y en francés.
“Estas leyes solamente harán más profundos los sufrimientos de la palestinos, especialmente en Gaza, donde les personas han pasado más de un año de absoluto infierno”, vaticinó, además de revelar que “ello privará, a más de 650,000 niñas y niños, allí, de educación, poniendo en riesgo a una completa generación de menores”.
“Estas leyes aumentarán el sufrimiento de los palestinos, y no son nada menos que castigo colectivo”, denunció, de inmediato.
Al mismo tiempo, destacó el hecho de que -no obstante su criminal arbitrariedad, su dictatorial autoritarismo, su bestial y altamente tecnificado aparato militar- el régimen de Netanyahu no es autoridad mundial ni modifica las normas humanitarias enmarcadas en el Derecho Internacional.
“Poner fin a la UNRWA, y a sus servicios, no despojará a los palestinos de su estatus de refugiados”, advirtió Lazzarini.
“Ese estatus está protegido por otra Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, hasta que se halle un justa y sostenida solución al drama de los palestinos”, precisó, a continuación.
El funcionario aludió, así, al hecho de que, de acuerdo con lo definido por la Unrwa
-creada, el 8 de diciembre de 1949, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la Resolución 302-, los refugiados palestinos son “personas cuyo lugar de residencia fue Palestina durante el período del 1 de junio de 1946 al 15 de mayo de 1948, y quienes perdieron hogar y medios de subsistencia como resultado del conflicto de 1948”.
Se trata de la violenta expulsión, por parte de Israel, de los palestinos quienes residían en territorio asignado, en noviembre de 1947, por Naciones Unidas, al Estado de Palestina, resolución que también determinó el área para el Estado de Israel.
Esa injustificada acción unilateral, desencadenó la primera guerra árabe-israelí (1948-1949).
De acuerdo con la definición dada por la Unrwa, “los descendientes de los refugiados palestinos originales también son elegibles para registro, pero solamente refugiados quienes viven en uno de los cinco campos de operación de la Unrwa que reciben servicios de la agencia”.
Se trata de instalaciones ubicadas, respectivamente, en Cisjordania, Franja de Gaza, Líbano, Jordania, Siria.
Lazzarini también expresó preocupación a causa del efecto nocivo que la arbitraria decisión parlamentaria israelí puede tener en el ordenamiento internacional consistete en el sistema de Naciones Unidas, creado en 1945 -inmediatamente después del final de la segunda guerra mundial (1939-1945)-.
“Fracasar en echar atrás estas leyes, debilitará nuestro mecanismo multilateral común establecido después de la Guerra Mundial 2”, advirtió.
“Eso, tendría que ser una preocupación para todos”, reflexionó.
El régimen de Netanyahu elevó la intensidad de su guerra sucia contra la Unrwa, cuando informó, a Naciones Unidas, su retiro del acuerdo -que data de 1967- mediante el cual reconoció a la agencia humanitaria especializada.
La decisión fue comunicada por el canciller israelí, Israel Katz, en la cara que dirigió, el 4 de noviembre, al secretario general de las Naciones Unidas, el portugués António Guterres, y al actual presidente de la Asamblea General de la organización mundial, el camerunés Philémon Yang.
Katz mantuvo la narrativa de la supuesta -aunque categóricamente desmentida- complicidad Hamas-Unrwa, y adjudicó, a la agencia, responsabilidad en la brutal crisis humanitaria que el régimen israelí mantiene en Gaza.
“La UNRWA -la organización cuyos empleados participaron en la masacre del 7 de octubre, y muchos de cuyos empleados son operativos de Hamas- es parte del problema en la Franja de Gaza, y no parte de la solución”, aseveró Katz, en alusión a la fecha del ataque terrorista de Hamas en territorio israelí que desencadenaron -con la excusa de derecho a la defensa-, la masacre que tiene lugar, desde ese día, en Gaza.
“Naciones Unidas recibió infinita prueba de operativos de Hamas trabajando en la UNRWA y sobre el uso de instalaciones de la UNRWA, con propósitos terroristas, y no se hizo nada al respecto”, mintió, a continuación.
“Israel continuará trabajando on socios internacionales, incluidas otras agencias de Naciones Unidas, para asegurar que se facilite ayuda humanitaria a civiles en Gaza, de modo tal que no se mine la seguridad de Israel”, afirmó, en el colmo de la hipocresía.
“Israel espera que Naciones Unidas contribuya y coopere con este esfuerzo”, agregó en criminal cinismo.
El delincuente canciller sionista trató así, de tergiversar una de las bestialidades que el régimen israelí perpetra en Gaza: el sistemático bloqueo del ingreso de la ayuda humanitaria internacional, habiendo llegado al extremo de ametrallar, desde el aire, convoyes -visible e inequívocamente identificados- transportando esa asistencia.
Respecto a los repugnantes señalamientos del difamador régimen sionista israelí, la agencia humanitaria difundió, en mayo de 2024, en sus sitio en Internet, un extenso y documentadamente demoledor desmentido, que tituló “UNRWA: Acusaciones versus Hechos (UNRWA: Claims Versus Facts”).
En el texto, de 84 párrafos, la agencia desmintió, una a una, 14 falsas acusaciones, contrastándolas con respectivos hechos verídicos.
“La UNRWA ha enfrentado, durante mucho tiempo, información errónea y desinformación, inclusive sobre su personas y operaciones”, planteó la agencia, en la introducción del texto, precisando, asimismo, que “eso se ha intensificado desde que la guerra en Gaza comenzó el 7 de octubre”.
“Este documento presenta la posiciones de la UNRWA -basadas sobre hechos, datos, e información de primera mano objetivos, verificables- sobre algunas de las más frecuentes acusaciones y denuncias formuladas contra la agencia, en los medios y en redes sociales, por diferentes personas, organizaciones, entidades públicas y privadas”, agregó.
Al contextualizar el escrito, la entidad humanitaria señaló, entre otras precisiones, que “el 17 de enero, el Comisionado General de la UNRWA anunció su intención de encargar una revisión independiente para identificar y evaluar la idoneidad y la implementación de los mecanismos y los procedimientos de la Agencia, para asegurar neutralidad”.
En ese sentido, planteó que, “el 5 de febrero, el Secretario General designo un Grupo de Revisión, encabezado por Catherine Colonna, ex Ministra de Relaciones exteriores francesa, para ‘evaluar si la agencia está haciendo todo lo posible para asegurar neutralidad y responder a denuncias de serios incumplimientos cuando fueron formuladas’”.
Tambipen precisó que, “el 26 de enero, en respuesta acusaciones recibidas verbalmente, de autoridades israelíes, respecto al supuesto involucramiento de 12 integrantes del personal de la UNRWA en el ataque del 7 d octubre contra Israel, y ante la aseveración de que las personas eran, en efecto, integrantes del personal de la UNRWA, el Comisionado General de la UNRWA decidió, inmediatamente, terminar las designaciones de ese personal ‘en el interés de la Agencia’, según las disposiciones administrativas aplicables, para proteger su capacidad de entrega de ayuda humanitaria”.
Además, aclaró que, “a solicitud del Secretario General de las Naciones Unidas, la Oficina de Servicios de Supervisión Interna (Office of Internal Oversight Services) -OIOS-, el más alto organismo investigador de Naciones Unidas, lanzó una investigación sobre esas específicas acusaciones”.
La agencia informó, igualmente, que, “el 27 de enero, el comisionado General de la UNRWA emitió otra declaración, en respuesta a varios países donantes habiendo suspendido, interrumpido, o temporalmente congelado el financiamiento a UNRWA”.
Una vez contextualizada la situación en su verdadera dimensión, la entidad pasó a desmantelar la trama de mentiras israelíes, confrontando “Denuncias vs. Hechos”.
“La Acusación: citando presuntos cálculos de inteligencia, varios medios han reproducido denuncias de que alrededor de 10% de todo el personal de la UNRWA en Gaza, o unas 1,200 personas, tiene vínculos con Hamas y la Jihad Islámica Palestina”, señaló, en el primero de los 14 casos, haciendo referencia a dos organizaciones terroristas palestinas.
“Los Hechos: la UNRWA no ha recibido ninguna información, menos aún evidencia alguna, de las autoridades israelíes o cualquier otro Estado Miembro, sobre la denuncia precedente”, replicó.
“La UNRWA tuvo conocimiento de esa denuncia, primero, por medios internacionales, y, luego, por una conferencia de prensa de un jerarca gubernamental israelí”, precisó, para agregar que “la UNRWA lleva a cabo minuciosas verificaciones de referencia de cualquier personal que la Agencia recluta”.
“Los nombres de las 12 personas contra las cuales se formuló acusaciones, fueron compartidos, múltiples veces, con Israel y otros Estados Miembros”, siguió informando, además de indicar que, “antes de enero de 2024, la UNRWA no recibió ningún indicio, de las autoridades relevantes, de involucramiento alguno de su personal, en grupos armados o militantes”.
“Sumado a ello, la agencia investiga su personal, bianualmente, cruzando información con la Lista Consolidada de Sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, reveló.
De acuerdo con la definición oficial, en el sitio del consejo en Internet, “la Lista consolidada incluye todas las personas y entidades sujetas a medidas impuestas por el Consejo de Seguridad”.
La Unrwa también derribó la insistente leyenda israelí de que la agencia ampara a Hamas.
“La Acusación: autoridades Israelíes ha aseverado que ‘el problema de la UNRWA no es solamente ‘una pocas manzanas dañadas’, involucradas en la masacre del 7 de octubre’, y que la ‘institución, en su conjunto, es un santuario para la ideología radical de Hamas’”, denunció.
“Los Hechos: el personal de la UNRWA en la región es superior a 30,000, incluyendo 13,000 en Gaza, la mayoría palestinos”, explicó en este caso, y, de inmediato, aclaró que “la UNRWA toma muy seriamente su responsabilidad de asegurar que sus operaciones y su personas se ciñen a los valores y a los principios humanitarias esenciales de Naciones Unidas”.
“La UNRWA siempre ha tomado muy seriamente cualquier denuncia respecto a mala conducta de su personal, incluyendo denuncias de violaciones a la neutralidad”, de la misma manera que “la Agencia toma acción inmediata cuando sabe que cualquier integrante de su personal ha actuado en contravención del marco regulatorio”, planteó.
“El rango de sanciones disciplinarias aplicadas incluye -frecuentemente, en combinación- multas, suspensión laboral, descenso de categoría, hasta terminación del empleo”, puntualizó.
“Desde 2022, 66 investigaciones, en 30,000 integrantes del personal de la UNRWA y no solamente en Gaza, revisaron presuntas rupturas de la neutralidad, incluido el supuesto apoyo a Hamas y otros grupos”, informó la agencia.
“Sesenta y seis casos entre un personal de 30,000 -no todos demostrados-, es, apenas, 0.22%”, precisó, además de plantear que, por lo tanto, “no absolutamente ninguna razón para una descripción generalizada de ‘la institución, como un todo’ estando ‘totalmente infiltrada’”.
En otro demoledor ejemplo, la agencia desmanteló el mito del régimen sionista en cuanto a que la organización humanitaria actúa contrariamente a su razón de ser.
“La Denuncia: en lugar de ser pate de la solución, la UNRWA perpetúa el problema de los refugiados, lo que incluye recordar, a los refugiados palestinos, su historia, y decirles que su hogar está en Israel”, señaló.
“Los Hechos: cuando la Asamblea General de las naciones Unidas creó la UNRWA, al aprobar una resolución, en 1949, no mandató, a la Agencia, que resolviera el conflicto israelí-palestino ni el problema de los refugiados palestinos, ni que hallara soluciones duraderas para los refugiados”, respondió la entidad.
“Más bien, UNRWA fue establecida como organización temporal para llevar a cabo ‘directos programas humanitarios y de obras’ para los refugiados palestinos”, agregó.
Además, puntualizó que “UNRWA tiene un mandato humanitario y de desarrollo, repetidamente renovado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, para proporcionar asistencia y protección a los palestinos, a la espera de una justa y duradera solución a su drama”.
“Esto se lleva a cabo proporcionando servicios públicos esenciales, principalmente educación básica, asistencia en salud, socorro y servicios sociales, microcrédito, y ayuda de emergencia, inclusive en situaciones de conflicto armado”, aclaró.
Se trata, precisamente, de lo que, particularmente, incomoda al régimen de Netanyahu, porque es un molesto obstáculo en el logro del histórico objetivo mayor: exterminar
-o expulsar, a los palestinos, para anexar la totalidad del territorio correspondiente al Estado de Palestina, con miras a consolidar el megaproyecto imperialista del sionismo: la Gran Israel.