La marihuana ha sido un tema de debate constante en España, donde su uso privado es tolerado, pero sigue existiendo un entramado legal que genera confusión. Mientras que algunas regiones como Cataluña y el País Vasco han encontrado formas creativas de interpretar las leyes mediante clubes de cannabis, la legislación nacional aún mantiene restricciones claras para su consumo, cultivo y comercialización.
El consumo privado de cannabis en el hogar no está penalizado. Sin embargo, su tenencia en espacios públicos puede acarrear multas administrativas bajo la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como la «Ley Mordaza». Por otro lado, el cultivo privado, aunque técnicamente ilegal, puede ser tolerado si se demuestra que es para uso personal.
En este contexto, el debate sobre la legalización completa ha tomado fuerza. Políticos, expertos en salud pública, ciudadanos se dividen entre quienes argumentan las ventajas económicas, sociales de una regulación total, aquellos que expresan preocupaciones sobre la salud pública y el consumo juvenil.
Para profundizar en este tema, entrevistamos a Marta González, abogada especializada en derecho penal y miembro de un colectivo de activistas por la regulación del cannabis.
Entrevista: Marta González, experta en legislación sobre cannabis
Alberto Cabezas: Marta, gracias por acompañarnos. Para comenzar, ¿cuál es el panorama legal actual de la marihuana en España?
Marta González: Gracias a ti por invitarme. En España, el consumo privado de cannabis no está penalizado, siempre que se haga en espacios privados. Sin embargo, la tenencia en público y el consumo en espacios abiertos sí son sancionados como infracciones administrativas. El cultivo personal, por otro lado, está en una zona gris legal. Si se demuestra que es para uso exclusivo y no para comercialización, en general no hay persecución penal, pero sigue siendo técnicamente ilegal.
AC: Los clubes de cannabis han proliferado en regiones como Cataluña. ¿Cómo operan dentro del marco legal?
MG: Los clubes de cannabis funcionan como asociaciones privadas que permiten a sus miembros cultivar y consumir cannabis en un entorno cerrado. Legalmente, se amparan en el derecho de asociación y en el uso privado del cannabis. Sin embargo, las actividades de estos clubes están bajo constante escrutinio, y cualquier desvío, como la venta a no socios, puede acarrear problemas legales.
AC: ¿Qué posición tienen los partidos políticos respecto a la legalización?
MG: Hay una división clara. Partidos de izquierda, como Podemos, han propuesto la legalización total, argumentando que podría generar ingresos fiscales, reducir el mercado negro y garantizar productos más seguros. Por otro lado, partidos de derecha, como el PP, son más cautelosos, preocupados por los posibles impactos en la salud pública y el consumo juvenil.
AC: En términos de salud pública, ¿qué riesgos y beneficios se asocian al consumo de cannabis?
MG: Los riesgos incluyen posibles problemas de salud mental, como ansiedad o psicosis en consumidores vulnerables. Sin embargo, el cannabis también tiene usos terapéuticos comprobados, como en el tratamiento del dolor crónico, la epilepsia y la esclerosis múltiple. La regulación permitiría un acceso más seguro a estos beneficios médicos.
AC: ¿Cree que España está preparada para una legalización completa?
MG: Creo que sí, pero es necesario un enfoque responsable. Debemos aprender de países como Canadá o Uruguay, que han regulado el mercado con éxito. Una legislación clara podría reducir los riesgos asociados al mercado negro y garantizar productos de calidad.
AC: Para cerrar, ¿qué mensaje le daría a quienes tienen dudas sobre la legalización?
MG: Les diría que se informen. La regulación no significa fomentar el consumo, sino gestionarlo de manera más segura y transparente. Es una oportunidad para proteger la salud pública , aprovechar los beneficios económicos y médicos del cannabis.
AC: Marta, muchas gracias por compartir tu conocimiento con nosotros.
MG: Gracias a ti, Alberto. Ha sido un placer.
