Issac Cruz
Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de frondosos bosques, una persona peculiar llamada Caperucita Roja. Era conocida por todos en el pueblo por su característico abrigo rojo y su muleta, que le ayudaba a caminar debido a una lesión en la pierna.
Un día, Caperucita Roja decidió visitar a su abuela, quien vivía al otro lado del bosque. Llevaba consigo una cesta llena de alimentos frescos y deliciosos para alegrar el día de su querida abuela, quien no se sentía muy bien últimamente.
Caminaba por el sendero del bosque con cuidado, apoyándose en su muleta, cuando de repente tropezó con una raíz sobresaliente. Cayó al suelo y, al levantar la vista, se encontró con la mirada de un lobo. Sin embargo, algo sorprendente llamó su atención: el lobo estaba sentado en una silla de ruedas. Caperucita Roja se quedó boquiabierta por un momento, sin comprender del todo lo que veía.
Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para reflexionar, ya que el lobo, utilizando una muleta, se lanzó velozmente hacia la casa de la abuela. Caperucita Roja, preocupada por su abuela, intentó seguir al lobo lo más rápido que pudo, pero su muleta le dificultaba el camino. A pesar de sus esfuerzos, no podía avanzar tan rápido como deseaba.
Cuando finalmente llegó a la casa de su abuela, vio una escena aterradora a través de la ventana. El lobo estaba en la habitación de la abuela, y el olor a comida cocinándose llenaba el aire. Caperucita Roja se dio cuenta de la terrible verdad: el lobo estaba atacando a su abuela.
Sin pensarlo dos veces, intentó huir, pero se dio cuenta de que no podía escapar. Con el corazón latiendo con fuerza, se escondió en un rincón de la casa, esperando que el lobo no la encontrara. Sin embargo, sus esperanzas se desvanecieron cuando el lobo la descubrió.
Con una sonrisa malévola, el lobo capturó a Caperucita Roja y la convirtió en un estofado de carne. La historia de la valiente joven y su trágico final se convirtió en un triste recuerdo para todos en el pueblo, que juraron nunca olvidarla.
Y así, en aquel pequeño pueblo rodeado de bosques, la historia de Caperucita Roja sirvió como una advertencia sobre los peligros que acechan en lo más profundo del bosque, donde los lobos pueden aparecer de las formas más inesperadas.
