Una propuesta de la regidora del Partido Liberación Nacional, Marcela Quesada Zamora, generó un intenso intercambio de opiniones durante la reciente sesión del Concejo Municipal de Escazú. La funcionaria sugirió explorar convenios con artistas para que colaboren con centros educativos “sin necesidad de que se haga inversión”, con el fin de evitar mayores cargas a las finanzas municipales».
Según Quesada, su intención no es desvalorizar el trabajo artístico, sino abrir espacio a personas que, movidas por el deseo de contribuir a la comunidad, estén dispuestas a ofrecer su talento de manera voluntaria. “Hay gente que realmente le sobra el corazón y no tiene que depender de una parte económica para integrar alguna ayuda a la sociedad”, comentó. Aseguró también que no está proponiendo que el trabajo sea “de gratis”, sino que se trata de una invitación voluntaria a quienes desean colaborar.
Sin embargo, la idea no fue bien recibida por todos. El regidor Ricardo López, del partido UPE, expresó su rechazo afirmando que este tipo de propuestas perpetúan una visión histórica que subestima el valor del arte y la cultura. “Siempre se ha despreciado al artista, siempre se ha creído que el artista tiene que regalar el trabajo que hace”, dijo López, quien insistió en que la cultura merece un trato profesional y remunerado como cualquier otra disciplina.
La intervención de López planteó además un cuestionamiento de fondo: ¿por qué se espera que los artistas trabajen sin pago cuando otras profesiones no lo hacen? “La cultura no se regala”, enfatizó, subrayando la necesidad de reconocerla como parte integral del desarrollo de una sociedad.
El debate plantea temas más amplios que trascienden el ámbito local: ¿Debe considerarse el arte como un servicio comunitario que, en ciertos casos, puede prestarse de forma voluntaria? ¿O debe garantizarse siempre su remuneración como una manifestación profesional y productiva?
Mientras tanto, organizaciones culturales y ciudadanos de Escazú observan con atención cómo evoluciona esta discusión, que toca fibras sensibles sobre el valor del trabajo creativo, el uso de los recursos públicos y las formas de participación ciudadana.
