El jengibre es una raíz con propiedades medicinales que se ha utilizado durante siglos en diversas culturas. Hoy en día, la ciencia respalda algunos de estos efectos beneficiosos, especialmente en lo que respecta al control de los niveles de azúcar en sangre, convirtiéndolo en un ingrediente clave en la lucha contra la diabetes tipo 2.
La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, y se produce cuando el cuerpo no puede utilizar eficazmente la insulina, lo que lleva a un aumento de la glucosa en sangre. Esta condición puede causar complicaciones graves, como problemas cardiovasculares, daño renal y trastornos en el sistema nervioso si no se controla adecuadamente.
El jengibre ha sido objeto de numerosos estudios que exploran su impacto en el control del azúcar en sangre y la sensibilidad a la insulina. En uno de estos estudios, publicado en 2018, se analizó a 490 participantes y se encontró que el consumo de jengibre tuvo un efecto beneficioso significativo en el control de la glucosa y la sensibilidad a la insulina. Otro análisis de 2019, que evaluó el consumo diario de entre 1600 y 4000 mg de jengibre en pacientes con diabetes tipo 2, observó una reducción de la hemoglobina glucosilada (HbA1c), un marcador importante para evaluar el control a largo plazo del azúcar en sangre, aunque no hubo cambios significativos en la glucosa en sangre en ayunas.
Formas recomendadas de consumir jengibre
Diversas instituciones, como la Federación Española de Diabetes, sugieren un consumo moderado de entre 1 y 2 gramos diarios de jengibre, siempre bajo supervisión médica. Este ingrediente puede ser consumido de varias formas, desde fresco hasta en polvo o como infusión.
La Universidad de Harvard recomienda especialmente la infusión de jengibre como una forma saludable de aprovechar sus propiedades. Para preparar una taza de té de jengibre, se debe pelar y cortar una pequeña cantidad de jengibre fresco, añadir agua hirviendo y dejar reposar durante unos 10 minutos. Esta infusión resulta mucho más saludable que las bebidas comerciales de jengibre, que suelen tener un alto contenido de azúcar.
Otra forma de incorporar el jengibre en la dieta es a través de su versión en polvo. El jengibre en polvo se puede añadir a sopas, guisos, batidos o incluso productos horneados, aportando sabor y beneficios sin comprometer la salud.
En resumen, el jengibre es una opción natural que puede contribuir al control de los niveles de azúcar en sangre. Incorporarlo de manera moderada en la dieta diaria, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud, puede ser una herramienta útil en el manejo de la diabetes y en la mejora de la salud metabólica en general.
