En Costa Rica, el proceso de reintegración de personas privadas de libertad es fundamental para su correcta inserción en la sociedad.
Según la Oficina de Prensa del Ministerio de Justicia y Paz, se enfoca en diversos programas que buscan preparar a los individuos antes de su transición. A continuación, se detallan los principales enfoques y estrategias implementadas:
El Sistema Penitenciario no se realizan «liberaciones» realiza cambios en la modalidad de ejecución de la sentencia, como la libertad condicional o la ubicación en modalidades abiertas o semiabiertas, según el cumplimiento de planes de atención y desinstitucionalización gradual.
Los procesos se llevan a cabo mediante intervenciones técnicas grupales e individuales. Estas intervenciones son facilitadas por un equipo interdisciplinario que incluye psicólogos, orientadores, trabajadores sociales y educadores.
Algunos centros también incorporan terapeutas ocupacionales, promotores deportivos y artísticos para enriquecer las intervenciones.
El objetivo principal de estas intervenciones es revisar conductas delictivas, identificar factores de riesgo y diseñar planes preventivos de reincidencia.
Se busca fortalecer los factores protectores de cada individuo, fomentando comportamientos prosociales y adecuados para su reintegración social.
Además del acompañamiento técnico, se brinda apoyo médico y seguimiento legal conforme a las necesidades individuales de cada persona privada de libertad.
Dado el amplio espectro delictivo y las variadas duraciones de las sentencias, se implementan estrategias grupales específicas que optimizan los recursos humanos del Sistema Penitenciario.
Procesos Grupales y Atenciones Individuales
Los programas grupales actuales incluyen:
- Proceso Grupal de Habilidades para la Vida
- Proceso Grupal de Atención a las Adicciones
- Proceso Grupal para Delitos de Violencia Sexual
- Proceso Grupal para Atención a la Violencia Intrafamiliar
- Proceso Grupal para Atención a la Violencia de Género
Estos programas se complementan con atenciones individuales, adaptadas a las necesidades específicas que surgen de las sesiones grupales o de las características individuales de los participantes.
Además, se prioriza el mantenimiento de vínculos afectivos y redes de apoyo, la gestión de trámites legales, la atención de salud y el desarrollo educativo dentro de las instalaciones penitenciarias.
En resumen, el enfoque resocializador del Sistema Penitenciario de Costa Rica busca preparar a las personas privadas de libertad para una reintegración exitosa, promoviendo cambios positivos en su comportamiento y habilidades para enfrentar los desafíos de la vida fuera del sistema penitenciario.
