Hace 14 años, el 2 de febrero de 1999, asumió como presidente de Venezuela el compañero Hugo Rafael Chávez Frías. Un día después el Diputado José Merino habló en el plenario de la Asamblea Legislativa. Saludó la toma de posesión en Caracas del Presidente Hugo Chávez y del Polo de Fuerzas Patrióticas, resaltó su victoria electoral y el gran respaldo popular, al mismo tiempo que pidió a los pueblos y gobiernos de América Latina reflexionar y analizar el discurso del nuevo mandatario que reclamaba un nuevo poder constituyente.
El Diputado Merino decía: “El Presidente Hugo Chávez considera que (el) balance histórico catatrófico de unas políticas neoliberales que ha provocado el beneficio y el lucro de unos pocos, por encima de las necesidades del ser humano y por encima de la defensa del interés nacional, del interés patriótico de los países latinoamericanos, que el agotamiento de un sistema bipartidista, donde políticos de una y otra cúpula arruinaron a este país hermano, abre un panorama incierto, pero también abre una gran esperanza para el pueblo venezolano Abre también una gran esperanza para los que seguimos pensando que América Latina debe mirar más hacia su pasado bolivariano, la necesidad de la unión bolivariana, que a esas nuevas corrientes que bajo la palabra “globalización”, están únicamente sirviendo a cinco o seis grandes potencias, que se están beneficiando de esa creciente desigualdad entre el norte rico y el sur pobre de nuestro planeta”.
En aquellos tiempos en Costa Rica circulaba escasa información sobre lo que venía sucediendo en Venezuela, pero si ya se podía acceder a la edición diaria en internet de Granma, que pocos meses antes alertaba sobre un país que vivía un proceso electoral en medio de una crisis que hacía que el 47% de la masa laboral trabajara en el sector informal, que un 70% de la población viviera en la pobreza, con índices de inflación que superaban el 30% anual. Y decía Granma que un militar retirado “con su Movimiento V República y una campaña crítica contra el neoliberalismo” aparecía encabezando las encuestas con entre el 36% y el 45% de apoyo. Ese porcentaje de respaldo crecería aun más, hasta triunfar en diciembre de 1998 con casi el 60% de respaldo de las personas votantes.
Se inició así aquel 2 de febrero de 1999 un proceso de cambios profundos y de viraje no solo en Venezuela sino en toda la América Latina. En la década siguiente votaron a las izquierdas del continente más de 50 millones de personas y el mapa político fue cambiando gradualmente tiñéndose poco a poco de gobiernos que rompían con el neoliberalismo, comprometiéndose con el destino de sus pueblos. Cada uno a su manera. Como mandaba Mariategui pensando con cabeza propia o inventando como pedía Simón Rodríguez.
Hoy el indice de pobreza en la República Bolivariana de Venezuela se encuentra en el 26%. Una reducción espectacular según lo reconoce la CEPAL que lo ubica como el país que más ha reducido la pobreza de manera sostenida durante los últimos doce años, mientras también se reducen los índices de desigualdad en la distribución de la riqueza. Los programas sociales a través de las misiones (que impulsan la atención de necesidades básicas como la salud, la educación y la vivienda), una mejoría sustancial en los ingresos laborales y una mayor y mejor distribución de las rentas, explican este progreso real del pueblo hermano. Venezuela es ahora el país menos desigual –o con menor concentración del ingreso- de la región, históricamente caracterizada por ser la más desigual del mundo.
Y al frente de estos cambios revolucionarios aquel que hace 21 años, el 4 de febrero de 1992, había encabezado una rebelión de militares patriotas y bolivarianos, ahora acompañado de un “intelectual colectivo”, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y de una mayoría de esas masas populares que en sucesivos procesos eleccionarios y movilizadas en las calles le ha confirmado como su líder, a pesar de todas las intentontas de la derecha y el imperialismo por revertir el proceso, golpes de estado y planes de exterminio incluidos.
Hoy, como hace 14 años, saludamos al Presidente Chávez. El Frente Amplio de Costa Rica, su dirección y coordinación política así como sus militantes hemos manifestado nuestra consternación ante su enfermedad y deseamos la pronta y plena recuperación de su salud. Esperamos que nuestros buenos sentimientos le acompañen y ayuden. Le queremos y esperamos tener Presidente Chávez muchos años más. Estaremos siempre solidarios con el proceso revolucionario bolivariano y contribuyendo a la unidad latinoamericana. Todos y todas militantes con Chávez!
¡Viva el compañero Presidente Hugo Chávez!
¡Viva el proceso revolucionario bolivariano!
¡Viva la unidad de los puebos latinoamericanos!
¡Arriba los pobres y los pueblos del mundo!
